Alberto Chicote visitó hace unos días el restaurante A la parrilla de Badajoz y Antonio Domínguez, propietario del negocio, ha explicado en HuffPost que 'Pesadilla en la cocina' cuenta con aspectos más propios del teatro que de la televisión.
El restaurador cuenta sin pelos en la lengua que el programa "es todo un poco teatro. La mayoría de las cosas son mentira, ellos tienen que hacer un programa para que tenga tirón, porque si sale todo bien no tendría gracia".
"Nos contactaron ellos. Nosotros no estábamos muy mal. Vi que en las primeras temporadas se gastaban dinero en la reforma y por eso acepté. Dije, me van a poner un poco de tonto, pero si me arreglan el restaurante, pues bueno, dame pan y llámame tonto", explicó.
Cuatro duros
Domínguez se explica: "Se han gastado cuatro duros, han hecho cuatro arreglos en una tarde-noche y todo muy mal: se están cayendo la mitad de las cosas, los remates fatal, las puertas no se abrían y es todo un poco desastre".
No es la primera vez que los propietarios de los restaurantes de 'Pesadilla en la cocina' protestan contra las prácticas de Alberto Chicote, que en algunas ocasiones ha desmentido que el programa sea un montaje.