El Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha puesto un precio a su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez. Esta alianza no sólo exigiría beneficios para el País Vasco, sino también el apoyo de Sánchez al gobierno separatista de Uxue Barcos en Navarra.
Frente a estas exigencias, Sánchez ha aceptado cumplirlas para sellar su apoyo, según informa OKDIARIO. De hecho, el mensaje favorable hacia el mandato de Uxue Barcos se ha empezado a deslizar desde la fase final de campaña.
En este sentido, la consigna utilizada es que no podrían pactar de ninguna manera con Navarra Suma, la unión entre UPN, C’s y PP. De esta manera, al retirar esa posible alianza de la mesa, dejan lugar a que muchos votos migren hacia el gobierno separatista. (Josu Ternera vivía solo en un refugio y llevaba 4.000 euros en el bolsillo cuando fue detenido).
Según informa OKDIARIO, los justificativos utilizados para negar la posibilidad de este acuerdo se basan en que el UPN “no garantiza la justicia social”, que el PP es un “partido corrupto” y que Cs va en contra del “foralismo navarro”.
Uxue Barcos, tan antiforalista como Ciudadanos
El argumento del “antiforalismo” del partido naranja es el mismo que defiende Uxue Barcos. “No se entiende la coalición de quien se dice defensor del autogobierno con el partido más antiforalista”, se puede leer en la cuenta oficial de Twitter de Geroa Bai, su formación política, en referencia al UPN.
Estas condiciones se suman a un listado de exigencias que el PNV ha ido tejiendo en Madrid, gracias a las cesiones logradas por parte de los socialistas, que necesitan de su apoyo para consolidar a su gobernabilidad.
El PNV forma parte de la formación de Uxue Barcos, Geroa Bai. Esta es la que ha impuesto una reducción sustancial de las competencias de la Guardia Civil en esta comunidad autónoma.