TV3, "la suya", la de los independentistas en la que no cabe nadie más que ellos, ha disfrutado especialmente con los últimos acontecimientos vividos en Cataluña. Las secuelas de la sentencia del Tribunal Supremo ha disparado sus audiencias y la han situado como líder indiscutible en Cataluña.
TV3 tiene su público y es fiel. Todo lo que no es TV3 es "prensa española, manipuladora", así se entiende la devoción y fidelidad que una parte de Cataluña mantiene por "su" tele mientras los ciudadanos constitucionalistas reparten sus preferencias entre las demás ofertas.
El adoctrinamiento funciona
El canal golpista ha sido durante el mes de octubre líder de audiencia por 27 mes consecutivo, con una cuota del 18,2%. "Este es el mejor resultado desde agosto de 2006", ha explicado la dirección del canal, que ha añadido que "continúa también el liderazgo de TV3 en la franja del 'day time' y del 'prime time'". Queda claro que el adoctrinamiento que se ejerce desde TV3 a la población catalana funciona, y muy bien.
"Los informativos son líderes en todas sus ediciones, con unos resultados excelentes, y se mantienen al frente del ranking cualitativo, con un índice del 8,6, y también son líderes en imparcialidad y credibilidad". Si no lo dicen ellos... ¿quién lo va a decir?
Además, hay otro dato que favorece a la cadena golpista: "En octubre, TV3 ha tenido, el mejor dato de consumo de vídeo desde octubre de 2017. Además, la semana del 14 de octubre, la del anuncio de la sentencia del Proceso, hubo el récord de reproducciones con 5,9 millones", señalan.
Picos del 30% de audiencia
La cuestión es que los acontecimientos que se han producido en Cataluña derivados de la sentencia del Tribunal Supremo sobre los condenados del Procés ha permitido a TV3 elaborar especiales de alto contenido independentista que han gozado de la aceptación de "su" público.
TV3 alteró completamente su programación en los días posteriores a la sentencia para interpretar los actos violentos que se vieron en las calles catalanes de forma sectaria y desmarcándose del tono que ofrecían el resto de canales con sede en Madrid que emiten a nivel nacional. Y eso ha gustado al radicalismo catalán, que le ha concedido picos que han rozado el 30% de la audiencia total catalana en competencia con las cadenas estatales.