Marruecos marcaba un hito histórico el pasado 2 de octubre, cuando llegaba a un acuerdo militar con Estados Unidos, una de las primeras potencias del mundo en este sector.
Un acuerdo a través del cual, el país afrticano ha establecido una hoja de ruta para la próxima década, que incluye "la adquisición y fabricación armamentístico" norteamericano, como es el caso de los F-16 que podría adquirir casi en exclusiva las Fuerzas Armadas reales marroquíes, así como el sistema de misiles tierra-aire de largo alcance MIM-104 Patriot.
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"Marruecos fue el mayor cliente de armas estadounidenses de la región de Oriente Medio y África del Norte en 2019" asegura la revista Forbes "Washington llegó a acuerdos de armas con Rabat por valor de unos 10,3 mil millones de dólares el año pasado".
Una cercanía que, políticamente, podría hacer que los Estados Unidos reconozcan el Estado de Israel, tal y como ha ocurrido con Emiratos Árabes.
Sin embargo, la venta de armamento no es el único interés del país norteamericano en Marruecos. Y es que este nuevo acuerdo fortalecerá la cooperación de defensa de los norteamericanos con la nación de Mohamed VI en campos como la "libertad de navegación, intercambio de inteligencia y operaciones de respuesta a desastres" aseguran desde el Pentágono.
Acuerdos que afectan a España
"La modernización militar marroquí le abrirá las puertas para entrar en el club de países que cuentan con aviones de cuarta generación con radares AESA, muy similar al del F-35, la joya de la quinta generación del ejército americano" asegura el digital marroquí Hespress.
Un avión militar cuya adquisión por parte de Marruecos preocupa especialmente a España, que se verá obligada a adquirir este tipo de aviones, muy caros y exclusivos, antes de 2030, para mantener el pulso al país vecino.
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Y es que, además de suponer una amenaza para las fronteras españolas, la renovación militar de Marruecos, y sus nuevos acuerdos con Estados Unidos, ponen en peligro la posición geoestratégica de España, que en las últimas décadas se ha posicionado como la punta de lanza de la estrategia militar occidental en el Mediterráneo.
Bases como la de Rota, una cesión de España a Estados Unidos, podrían estar en riesgo ante la aparición de Marruecos, ya que el acuerdo firmado incorpora la ampliación de la base naval de Alcazaseguir, en el norte de Marruecos y a pocos kilómetros de Ceuta, que albergará la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) americana.