El abogado de Forn despierta la ira independentista

El abogado de Forn ha buscado más la salvación de su representado que la del Procés, ha dicho que la DUI fue una farsa, ha elogiado a la Policía Nacional y ha reclamado una España unida.

El abogado de Forn despierta la ira independentista
El abogado de Forn despierta la ira independentista

El abogado Javier Melero, que defiende al exconsejero del Interior Joquim Forn en el juicio del 'procés' en el Tribunal Supremo ha realizado un duro alegato en su turno de informes finales llegando a acusar a los mandos policiales y responsables políticos del Estado de utilizar a los agentes desplazados a Cataluña con ocasión del referéndum ilegal para unos determinados objetivos políticos diferentes a hacer cumplir la ley.

El letrado, que ha defendido a su cliente atacando las posiciones de la acusación, y obviando siempre a Vox, ha explicado que dicho objetivo estaba claro desde principios de septiembre de 2017, cuando se aprobaron en el Parlament de Cataluña las denominadas 'leyes de desconexión. A su juicio se buscó dar una "apariencia" de organización con los Mosos d'Esquadra cuando desde el principio el plan era actuar de manera unilateral el 1-O.

Así, la actuación planeada "no tenía que ver con el auto judicial dirigido a impedir las votaciones, sino el propósito político de hacer ver que no había un referéndum homologable, que no pareciera un referéndum", ha añadido, poniendo estas últimas palabras en boca de uno de los principales testigos de la causa, el exsecretario de Estado José Antonio Nieto.

Así, dando la vuelta a las tesis acusatorias, Melero ha llegado a decir que si alguien había venido a este juicio a defender a los agentes que participaron en el dispositivo ese era él, "porque a la Policía no se la defiende dándole coba". Añadió que la ineptitud de los mandos y de los responsables políticos" llevó a los agentes que actuaron el 1-O a "una situación endemoniada" que acabó perjudicando gravemente a su imagen publica. "Los policías que actuaron bien actuaron bien, pero adolecieron de un déficit de organización que fue pretendido y buscado", ha apuntado el letrado.

Traer a los nazis a colación

La intervención del abogado comenzó con una respuesta contundente a la tesis del fiscal Javier Zaragoza, quien durante su alegato final señaló que lo sucedió en Cataluña entre marzo de 2015 y octubre de 2017, y sobre todo, en los meses de septiembre y octubre de 2017, "es lo que en la terminología de Hans Kelsen, ese ilustre jurista austriaco que tuvo que huir en los años 30 a Estados Unidos ante el auge del nazismo, es lo que se llama golpe de Estado". En opinión de Melero, sin embargo, únicamente se mencionó al jurista austriaco para "traer a los nazis a colación" y ello "contamina" el debate jurídico.

Así, el letrado se ha mostrado confiado en que durante su intervención demostrará que el Gobierno de la Generalitat "carecía de capacidad para imponer por la fuerza un marco normativo" determinado y además "no sólo no cortó las amarras y cedió ese poder, sino que tras el 27 de octubre de 2017 -fecha de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) - puso dicho poder "a disposición del Estado". "Los únicos actos documentados son actos de abandono del poder", ha añadido.

Por otro lado, Melero ha reconocido que su cliente cometió desobediencia a las disposiciones del Tribunal Constitucional. "Cedo esa trinchera", ha dicho, para reconocer más adelante que el 20-S -jornada de registros y detenciones en toda Cataluña por orden de un juez de Barcelona- hubo desórdenes públicos y también "actos concretos minoritarios de resistencia a la autoridad".

Melero ha apostado por sacar a su cliente del atolladero, aunque ello le haya supuesto poner en tela de juicio la seriedad del llamado Procés. Eso le ha valido la indignación del independentismo, que ha asistido perplejo a su exposición, en la que ha dicho que la DUI fue una farsa, elogiando a la Policía Nacional y reclamando una España unida. Una vía muy diferente a la empleada por los otros abogados de la defensa de los presos separatistas.