Enviar contenido íntimo por internet es un riesgo muy elevado. Esa foto que has mandado a tu pareja con la finalidad de pasar un rato divertido en común, podría volverse en tu contra.
Esas fotos o vídeos que en principio solo tenían un destinatario en concreto podrían ser reenviadas a terceros, siendo esa cantidad incalculable. Eso es la “pornovenganza”. Una vez los archivos salen de nuestro móvil, perdemos todo el control sobre ellos. (María Lapiedra, destrozada tras perder el hijo que esperaba con Gustavo González).
Los riesgos de esta práctica son muy elevados
Los riesgos de sufrir una pornovenganza son muy altos. Y podrían incluso llegar a ser mortales, como hemos visto en el caso de Verónica, trabajadora de Iveco la cual se acabó quitando la vida.
Pero esta vendetta se puede evitar. Si no se muestra nuestra cara, nuestros tatuajes o marcas corporales estamos más seguros. Para practicar el cibersexo también hay que tomar precauciones.
Las mujeres son las más precavidas
El 20% de las mujeres envía o recibe contenido sexual a través de internet. En el caso de los hombres, se incrementa hasta un 30%. Utilizar un perfil falso es una gran medida de seguridad.
Al igual que tomamos precauciones contras las enfermedades de transmisión sexual, en internet también encontramos enfermedades. La pornovenganza es la enfermedad online y hemos de estar preparados para no sufrirla. (La novia de un crack madridista se mofa de los que la llaman 'cazafutbolistas').