Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, sabe que las elecciones generales se aproximan y que el panorama no pinta nada bien para él y los suyos. Durante esta legislatura ha cometido muchos errores, sobre todo con la gestión de la pandemia del coronavirus, y ha hecho pactos con formaciones políticas separatistas.
Una de las promesas de Pedro Sánchez a sus votantes fue la de no pactar con los independentistas. Dijo por activa y por pasiva que no tendería la mano a los que querían romper España pero solo fueron palabras ya que, a las primeras de cambio, recurrió a ellos.
Pedro Sánchez les necesitó para llegar a la Moncloa y para mantenerse como presidente del Gobierno de España. De hecho, hizo varias promesas a los partidos políticos separatistas que tampoco ha cumplido, por lo que también se ha burlado de los que confiaron en él.
La estrategia del PSOE desde hace un tiempo es la de alejarse de los radicalismos tanto de la izquierda como de los partidos políticos separatistas para posicionarse más en el centro. Saben que ese lugar es el que más votos les puede dar en las urnas cuando lleguen las elecciones generales.
Esto demuestra que Pedro Sánchez es una persona que se mueve por interés ya que ha mantenido una actitud dialogante y comprensiva con sus socios de Gobierno durante estos años pero ahora piensa darles la espalda a todos para ganar más votos y seguir al frente del país.
Además, por el mismo interés, ha hecho promesas a los independentistas y les ha ilusionado con una posible separación del país que nunca llegará. Ahora, el PSOE se está alejando cada vez más de sus socios y aliados en esta legislatura para preparar el terreno de cara al próximo año.
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El independentismo, dolido con Pedro Sánchez
Los independentistas pensaban conseguir todo lo que querían con Pedro Sánchez como presiente del Gobierno pero se han dado contra un muro ya que el líder socialista está dando largas con la mesa de diálogo y tampoco ha reformado el delito de sedición en el Código Penal.
Los separatistas estaban convencidos de que tenían a Pedro Sánchez contra las cuerdas pero el líder socialista ha sabido retrasar todos los procesos a cambio de sus votos. Ahora, está afrontando la segunda mitad de la legislatura sin haber concedido prácticamente nada a los independentistas, que son conscientes que el presidente del Gobierno les ha utilizado.