El 11 de septiembre de 2001 tuvo lugar el mayor ataque terrorista de la historia de Estados Unidos. Cuatro aviones fueron secuestrados a primera hora de la mañana. Dos de ellos impactaron en las Torres Gemelas, otro en el Pentágono y el último a las afueras de Shanksville.
El vuelo 11 de American Airlines y el 175 de United Airlines se estrellaron a las 8:46 y a las 9:03 de la mañana en las torres norte y sur del World Trade Center. Ambas torres se vinieron abajo minutos después por el impacto de los dos aviones, que se estrellaron con los pasajeros dentro.
La cadena ABC prepara una serie sobre el 11-S coincidiendo con el 20º aniversario de los atentados
El vuelo 77 de American Airlines se estrelló en el Pentágono a las 9:37 de la mañana mientras que el vuelo 93 de United Airlines se estrelló en un campo cerca de Shanksville, Pensilvania, pasadas las 10 de la mañana de aquel fatídico 11 de septiembre de 2001.
Los fallecidos en este ataque orquestado por Osama Bin Laden, líder de Al-Qaeda en ese momento, tenían edades comprendidas entre los 2 y los 85 años. Aproximadamente el 75-80% de las víctimas en estos atentados eran hombres.
2.753 personas murieron en las Torres Gemelas entre los pasajeros que iban en el avión y las personas que se encontraban trabajando en el World Trade Center cuando los dos aviones impactaron alrededor de las 9 de la mañana.
A esa cifra hay que añadir las 184 personas que fallecieron en el ataque al Pentágono (Washington). La cifra la cierran las 40 personas, entre pasajeros y tripulación, que viajaban en el vuelo 93 de United Airlines, que se estrelló en Pensilvania.
Casi 400 bomberos murieron
Tras los ataques, los cuerpos de seguridad y los servicios de emergencia se desplazaron hasta el lugar de los hechos. Entre las víctimas mortales se encuentran 343 bomberos de Nueva York, 23 policías de la ciudad y 37 agentes de la Autoridad Portuaria.
Los atentados terroristas del 11-S, que cumplen 20 años este sábado, cambiaron la forma de viajar y la seguridad tanto en los aeropuertos como en el interior de los aviones para evitar que se volviese a secuestrar un avión.