El odio a España se ha convertido en la principal estrategia del independentismo catalán para continuar desafiando al Estado español, buscando cualquier pretexto para asegurar que el Estado nacional "oprime" a Cataluña, ya sea a través de la lengua, de la legislación, o de las sentencias judiciales.
Una obsesión por odiar a España que ha acercado cada vez más, en los últimos años, a los radicales independentistas catalanes y a los proetarras vascos, que han sembrado alianzas 'secretas' para cargar contra el Estado español
Alianzas que han llevado incluso a los proetarras a compartir incluso con los radicales independentistas, principalmente los CDR, su 'manual' para llevar a cabo acciones violentas: cómo evitar ser identificados, cómo preparar cócteles molotov, etc.
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Un apoyo que ahora el secesionismo catalán ha querido dejar patente ante la sociedad catalana y vasca, así como ante los medios de comunicación, personándose en la manifestación de este sábado en Bilbao a favor de los presos de ETA.
Así pues, dirigentes catalanistas como Jordi Sáchez, diputado de JxCat, Carme Forcadell, ex presidenta del Parlament, o Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC, se han dado cita en la manifestación organizada por Sare, la red de apoyo a los presos de la banda terrorista ETA, llegando incluso a apoyar sus exigencias en una mesa redonda.
Exigen la libertad de los presos
Ha sido en esta mesa redonda donde Sánchez ha manifestado el apoyo de su partido "a una petición que una parte muy importante de la sociedad vasca plantea para que se finalice de una manera inmediata el trato de excepcionalidad que aún siguen recibiendo centenares de personas que siguen cumpliendo situación de prisión".
Centenares de personas, olvida comentar el independentistas, que han sido condenados de algunos de los asesinatos más cruentos de la banda terrorista, y que en ningún momento han mostrado arrepentimiento por ello.
Algo que Sánchez 'olvida' deliberadamente, justificando que "diez años después de que la violencia haya cesado [...] no hay ningún motivo para que se siga aplicando una legislación personada en momento de violencia".
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"Los motivos por los que se inició ya no existen, y no se puede permitir la vulneración de los derechos de los presos" ha añadido Forcadell. Palabras en las que demuestran, no sólo la complicidad entre los partidos independentistas y los herederos políticos de ETA, sino también su desdén hacia las víctimas del terrorismo, que se han visto nuevamente abandonadas, no solo en el País Vasco, sino también por el Gobierno nacional, que ha permitido esta manifestación.