Las naranjas provenientes de Marruecos están en el punto de mira después de que esta semana, las autoridades de Dinamarca hayan emitido una alerta sanitaria sobre estas frutas, asegurando haber detectado un exceso de residuos de un pesticida no autorizado.
Así pues, tal y como ha podido saber el portal Hortoinfo, Dinamarcar habría emitido un aviso a los consumidores a través del Sistema de Alerta Rápida para Alminetos y Piensos (RASFF) acerca de estas naranjas, importadas a través de Holanda.
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En concreto, se trataría del insecticida Clorpirifos, detectado en las naranjas en un control oficial, estando su uso prohibido en la Unión Europea desdde 2019 debido a su gran peligrosidad.
Es dañino incluso en pequeñas dosis
Tal y como aseguran las autoridades de Dinamarca, el clorpirifós se encontraba presente en las naranjas en una proporción de 0,05 mg/Kg, superando con creces el límte máximo fijado para su detección en laboratorio, de 0,01mg/Kg.
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Una dosis que, aunque baja, es suficiente para provocar graves daños en el cuerpo humano, tal y como ha afirmado un grupo de investigadores de Farmacia, Bioquímica y Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que han estipulado que, en bajas dosis, este pesticida puede producir cáncer de mama, actuando como hormonas esteorideas (es decir, como un estrógeno).
Así mismo, en altas dosis, produce efectos neurotóxicos, al inhubir la acetilcolinesterasa, indispensable para el funcionamiento del sistema nervioso central, al ser un organofosforado.