El jefe del departamento de Policía del Capitolio, Steven Sund, ha anunciado su dimisión 24 horas después del asalto al Capitolio en el que perdieron la vida un total de cinco personas.
Cientos de manifestantes asaltaron el Capitolio el miércoles para impedir la certificación de los votos y la ratificación de Joe Biden como próximo presidente de los Estados Unidos.
Cuatro muertos, 52 detenidos y 2 bombas desactivadas en el asalto al Capitolio
El asalto al edificio institucional se saldó con cinco fallecidos (uno de ellos un policía). Asimismo, la revuelta dejó a más de 50 policías del Capitolio y de la Policía metropolitana heridos.
Tras esto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pidió la dimisión de Sund. A esta petición se unieron las críticas del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y de otros legisladores.
La preocupación es máxima entre los líderes políticos y congresistas por la poca seguridad desplegada en el Capitolio durante la jornada del miércoles sabiendo que se iban a desplazar cientos de votantes de Trump para manifestarse.
Steven Sund, tras ver el revuelo que se ha formado y a las dudas que ha sembrado la policía con su actuación, ha tomado la decisión de echarse a un lado y dejar el cargo de jefe del departamento de Policía del Capitolio.
El FBI ofrece dinero a cambio de información
El FBI está investigando el asalto al Capitolio y quiere resolver el asunto antes de la toma de posesión de Joe Biden. El asunto que más les preocupa, a día de hoy, son las dos bombas encontradas en Washington el pasado miércoles.
Para agilizar el proceso, el FBI ha ofrecido 50.000 dólares a quien facilite información que conduzca a la ubicación, arresto y condena de las personas responsables de las bombas caseras.