Las fiestas de Bilbao son el coto de caza de depredadores sexuales, carteristas y delincuentes. La inseguridad ha aumentado desde el inicio del periodo de fiestas en la ciudad vasca, y las denuncias por la última moda usada por los agresores ha provocado el pánico entre la población. El número de pinchazos que han sufrido las mujeres en las fiestas ha crecido considerablemente, y las autoridades están impotentes: no pueden hacer nada al respecto.
Los dos primeros días de las fiestas bilbaínas, conocidas como 'Aste Nagusia', dejan más de 10 robos y 109 hurtos. Un caso aparte son las agresiones y peleas entre diferentes asistentes a estas celebraciones, como la vivida hace varios días en pleno centro de la capital vasca entre dos bandas juveniles. Estas escenas ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos de Bilbao.
Terribles imágenes de la batalla campal en las fiestas de Bilbao
Los pinchazos son la parte más preocupante de la escalada de la delincuencia en Bilbao. Las mujeres comienzan a dudar de su seguridad a pesar de las palabras del alcalde de la ciudad. La realidad es que hasta siete mujeres notificaron haber sufrido un pinchazo a las autoridades, a pesar de que solo tres de ellas se atrevieran a hacer la denuncia ante las autoridades policiales.
Los servicios de seguridad están desbordados y no pueden proteger a las mujeres ante el llamamiento de libertad del alcalde de Bilbao, que insta a que se sientan "libres, sentirse en plena disposición de disfrutar de la fiesta y no estar pendiente de que algún tonto venga con malas ideas". Sin embargo, la seguridad de la población femenina al moverse por Bilbao está más que discutida.
Uno de los focos de estos pinchazos que tienen en jaque a la policía de Bilbao es El Arenal. Esta zona alojó el Concurso Gastronómico Txiki de ensaladas, pero también fue noticia por un oscuro récord: hasta seis mujeres notaron haber recibido un pinchazo durante su estancia en aquel barrio bilbaíno. El avance de las fiestas solo agrava la situación.
Debido a la emergencia que supone este comportamiento, el Gobierno regional plantea modificar la ley y tratar estos pinchazos como delitos de odio en un intento por reducir una avergonzante cifra que impacta a los españoles: se han producido hasta 19 pinchazos en tan solo 5 días de fiestas en Bilbao. De todos estos incidentes, la policía solo investiga ocho como posibles ataques contra mujeres, aunque esperan que esta cifra aumente en el futuro cuando se reanuden las celebraciones.
La zona del norte de España es el nuevo objetivo de quienes practican el pinchazo. Estos delincuentes siguen actuando en la costa levantina, pero las fiestas de ciudades y pueblos les han atraído hasta el País Vasco y Navarra, donde ya preparan un protocolo de actuación especial por un repunte sostenido de casos. La celebración de los sanfermines en junio también se vio marcada por los pinchazos: se llegaron a registrar hasta ocho incidentes de este tipo.
Fin del juego: la policía sufre un varapalo descomunal en una investigación clave
Esta peligrosa moda comenzó en Francia, más concretamente en la Sala Bataclán. De ahí, se expandió a los lugares de ocio nocturno y discotecas de Reino Unido y Bélgica, cuyos turistas han traído aquí la dinámica de los pinchazos a mujeres con el objetivo de abusar y agredirlas sexualmente. Las autoridades policiales y sanitarias buscan realizar esfuerzos conjuntos para minimizar y detener esta lacra.