Un sanitario del hospital Aurora Medical Center de Grafton (Wisconsin, Estados Unidos) ha sido detenido por las autoridades policiales como sospechoso de echar a perder 570 dosis de la vacuna contra el coronavirus.
Medios locales, citando fuentes policiales y sanitarias, han explicado que se desconocen los motivos por los que el sanitario sacó los 57 viales con las 570 dosis de la vacuna de Moderna.
El detenido sabía perfectamente que las dosis solo aguantan 12 horas fuera de las cámaras frigoríficas y, a pesar de ello, llegó a sacar los viales hasta en dos ocasiones para arruinarlas.
La primera vez fue en la noche del 24 de diciembre. Varias horas más tarde, ya el 25 de diciembre, el sanitario volvió a dejarlas en la cámara frigorífica. En la madrugada del 25 al 26 de diciembre volvió a repetir el proceso.
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Los 57 viales hubiesen servido para vacunar a un total de 570 personas. Sin embargo, debido al boicot del sanitario, no podrán ser utilizadas. Se estima que su precio oscila entre los 8.000 y los 11.000 dólares.
En los días posteriores, 60 de esas dosis fueron inyectadas sin saber que estaban estropeadas. Al enterarse de esto, las autoridades sanitarias aseguraron que seguirán de cerca a estos pacientes.
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Dosis desechadas
El día 26, un técnico descubrió que las dosis habían estado fuera de la cámara frigorífia e informó del suceso. Las 510 dosis que seguían en el laboratorio (hay que recordar que 60 fueron inyectadas) se desecharon de inmediato.
Ahora, el caso está en manos de la policía, que intentará saber la razón por la que el sanitario ha estropeado casi 600 dosis de la vacuna contra el coronavirus. Podría ser condenado a una multa económica e incluso a una pena de prisión.