El “culebrón turco” de Sergio Ramos y su posible salida del Real Madrid sigue con paso firme.
No tiene nada atado y tampoco se sabe si seguirá (o no) en la entidad blanca en la próxima temporada.
El capitán mantiene en vilo al madridismo, a su entorno y al mundo del fútbol. Militao y Nacho le han atropellado en la lucha por la titularidad y sus molestias no remiten. Incluso está en peligro la opción de ir a la Eurocopa y a los Juegos Olímpicos, tal y como él soñaba.
El sevillano esperará hasta el último momento, eso sí, para tomar una decisión. El de Camas tiene muy claro que no decidirá nada hasta que sepa la postura definitiva del Real Madrid.
La última charla con Florentino, en el hotel del Elche, fue clara: “Voy a escuchar ofertas”.
Y eso es justo lo que lleva haciendo desde hace meses. Sergio Ramos escucha, pacientemente, todas las ofertas que le llegan y la única que realmente le causa interés es la del PSG. ¿Acto de presión o realidad?
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Esperar al 30 de junio
En Francia aseguran que el defensor andaluz está siendo tentado por Al Khelaïfi y se habla de un contrato que mejoraría, ostensiblemente, al que le da el Real Madrid y que además iría incluido con una suculenta prima por su fichaje.
Ramos quiere esperar para saber qué le dirá Florentino Pérez y está dispuesto a apaciguar los ánimos e irse al mismísimo 30 de junio sin tener nada resuelto y con la opción de quedarse como agente libre, al 100%, sin tener nada atado con ningún club.
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