Las redes sociales se han convertido para unos cuantos elegidos, no sólo en una forma de entretenimiento, sino también en un modo de vida; así pues, algunos 'influencers', principalmente jóvenes con gran habilidad para crear contenido, han conseguido hacer virales sus vídeos y creaciones, consiguiendo vivir exclusivamente de aquello que comparten con sus seguidores en redes sociales tan internacionales como Instagram o Tik Tok.
Sin embargo, estas prácticas, generalmente de grabar vídeos improvisados en el día a día para colgarlo en las redes, a veces puede jugar malas pasadas a los influencers, e incluso, hacer que su popularidad, y por tanto sus ingresos, caigan en picado ante cualquier desliz.
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Es lo que le ha sucedido a la joven tiktoker Whitney Leavitt, una madre estadounidense de 28 años, que publicó un desafortunado vídeo el pasado 28 de diciembre bailando junto a su bebé... que llevó a centenares de usuarios de las redes a proferir críticas de gran magnitud contra la influencer.
"Fue realmente malo. La gente me decía que acabara con mi vida, deseaba que mi familia muriera" ha confesado Leavitt, quien poco después de colgar el vídeo, decidió borrarlo de sus redes, a pesar de que ya se había viralizado, alcanzando más de 1,5 millones de visualizaciones.
Un baile de lo más 'inapropiado'
El vídeo de la discordia no podría ser, en realidad, menos apropiado; en él, la joven aparece bailando una canción de moda junto a su hijo enfermo en el hospital.
Desde los subtítulos del vídeo, la propia influencer explicaba que el pequeño Liam había sido diagnositcado con VSR, un virus respiratorio común que afecta a los bebés, y que les hace necesitar recibir oxígeno suplementario a través de una cánula nasal.
Estado delicado de la salud del bebé ante la que muchos usuarios de las redes sociales no han dudado en criticar la falta de sentido común de la madre: "Su necesidad narcisista de atención supera la preocupació por su bebé" o "Está bailando mientras dice que su bebé dio positivo. ¿Lo estaba celebrando?" son algunos de los comentarios que se agolpan, aún hoy, en las redes sociales.
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Ante la polémica, que ha llegado incluso a algunos medios de comunicación, la joven ha reconocido su error, admitiendo que no pensó en las repercusiones del vídeo, ya que era "el contenido que siempre había creado" en sus redes sociales.
Por suerte, el pequeño Liam ya se encuentra en perfectas condiciones y, ante el 'toque de atención' brutal recibido en las redes, Whitney ha asegurado estar pensando mucho más en el significado de su contenido antes de darle al botón de 'publicar'.