El británico fue durante los años 1975 y 1980 uno de los asesinos más temidos de su país
Peter Sutcliffe ha sido uno de los asesinos que ha mantenido en jaque a las autoridades inglesas y que ha sembrado el terror durante los años 70 en la población.
Y es que al británico se le conocía como El destripador de Yorkshire ya que solía actuar por dicho condado y durante sus homicidos se encargaba de mutilar a sus víctimas.
Su expediente delictivo comenzó cuando el mismo se encontraba realizando su trabajo como enterrador en el pueblo de Bingley y empezó a escuchar una voz.
Este se quedó paralizado y se puso a buscar de inmediato la procedencia de esa voz sin resultado alguno.
Durante los días y meses siguientes el sonido se fue agudizando hasta que consiguió descifrar algunas frases en las que se le indicaba que debía volverse violento.
Por lo que cuando una prostituta lo estafó y comenzó a burlarse de él en un bar, este escuchó que tenía la misión de eliminarlas a todas por la razón de que eran lacras sociales.
El método con el que se encargaba de quitarles la vida era muy dispar, ya que utilizaba tanto cuchillos, martillos como sierras metálicas y en algunos casos se encargaba mutilar a sus víctimas.
Desde el año 1975 y hasta 1980 Peter Sutcliffe sembró el pánico en Reino Unido y se convirtió en uno de los asesinos más temidos y buscados.
Pero fue en 1981 cuando el mismo se delató después de que varios agentes lo llamaran para justificar por qué tenía varias matriculas falsas en su vehículo.
Allí el británico se justificó diciendo que Dios le había encomendado matar a varias prostitutas.
La policía rápidamente lo arrestó y fue condenado a cadena perpetua.
Primero fue ingresado en el Hospital Broadmoor después de que los médicos le diagnosticaran esquizofrenia y finalmente fue trasladado hasta la cárcel de Frankland en el condado de Durham.
Peter Sutcliffe murió en noviembre de 2020 a los 74 años a causa del coronavirus.