A pesar de que la gran mayoría de las personas se rigen por el número que marca la báscula para saber si han bajado o subido de peso, lo cierto es que existen muchas más señales que el cuerpo nos da y no nos damos cuenta.
Y es que la naturaleza es sabia, por lo que si la persona nota uno o varios de estos síntomas, lo más probable es que tenga que bajar de peso.
Dolor en las articulaciones
Si nota que los movimientos o ejercicios que antes hacía con total facilidad ahora se complican mucho más, esto se puede deber a un aumento de la masa corporal.
Y es que el exceso de peso carga las articulaciones y el sistema musculoesquelético.
Mide la circunferencia de la cintura
Si el paciente considera que tiene un exceso de grasa en el abdomen, entonces este indicador es el suyo.
Y es que se considera una persona con obesidad abdominal a las mujeres que tienen más de 80 centímetros y a los hombres que obtienen una cifra superior a los 94 centímetros.
Además, este valor no solo sirve para conservar la línea, ya que la grasa en el abdomen produce mayor riesgo cardiovascular asociado a una mala vida, por lo que una detección a tiempo puede salvar a muchas vidas.
La calidad del sueño
El sueño es una parte fundamental para la salud de la persona. Por lo que si se sufren problemas a la hora de dormir como tener la boca seca, despertarse varias veces en toda la noche, tener ronquidos o somnolencia diurna se puede deber a que el cuerpo tenga una mayor dificultad a lidiar con el peso actual.
La aparición de estrías
Esta suele ser una parte de lo más normal para las mujeres embarazadas, adolescentes y los culturistas. Pero si la persona no está dentro de ninguno de estos 3 grupos y de repente le han aparecido estrías por el abdomen, tríceps o en la parte posterior del brazo, lo más seguro es que tengan relación con un aumento de peso.
Sudoración excesiva
Esto sucede cuando con cualquier movimiento o ejercicio comienza a sudar de forma excesiva y humedece la ropa.
Dificultad para respirar
La disnea es otro factor que puede aparecer en un caso de aumento de peso y grasa en el abdomen cuando la persona no puede respirar con normalidad y su pecho no se expande como siempre en el momento que inhala.
De esta forma, la respiración se vuelve más rápida, ya que el cuerpo no recibe la cantidad suficiente de oxígeno, por lo que la persona opta por hacer inhalaciones más frecuentes.