Seguramente habrás visto en más de una ocasión la famosa portada del disco de Nirvana en la que aparece un bebé desnudo en el agua mientras mira un anzuelo con un billete.
Y es que lo que se convirtió en todo un mito tanto para los seguidores de la banda de música como para los fotógrafos ha dado un giro de 180 grados recientemente.
Fue en el 20 aniverssario de la publicación del disco cuando el protagonista de la portada, Spencer Elden, dio explicaciones de cómo se desarrolló la idea.
Al parecer, el grupo quería en un primer momento mostrar un parto subacuático, pero tras recibir la negativa de la discográfica procesaron esta idea.
El padre del protagonista se dedicaba a los efectos especiales en Hollywood, por lo que acudió junto a un fotógrafo para conseguir la imagen deseada.
Esta fue sin duda una instantánea que dio la vuelta al mundo y de la que tanto su padre como el fotógrafo no recibieron ninguna compesación económica.
Un mal gesto para el veinteañero que no ha empañado su gusto por el grupo, ya que ha declarado se un auténtico fan de Nirvana.