Se puede decir que la pasión por el fútbol a Erling Haaland le viene de familia. Y es que su padre también se dedicó a este deporte de manera profesional durante 13 años.
Un jovencísmo Alf-Inge Haaland debutó en el año 1990 en el Bryne FK y también formó parte de la plantilla de la seleción noruega en el Mundial de 1994.
Años después, el futbolista se interesó por el fútbol inglés y fichó primero por el Nottingham Forest y después por el Leeds United.
Pero lo que nunca se esperaría el noruego era que su carrera tardaría poco en detenerse después de sufrir una grave lesión que le obligó a retirarse.
Todo sucedió cuando en septiembre del año 1996 en un partido de la Premier Leage su equipo se enfrentó contra el Manchester United.
En este, el defensa le provocó una zancadilla a Roy Keane, el cual terminó en el suelo y no pudo disputar el resto del partido.
En un primer momento, Alf-Inge Håland no se creyó al centrocampista y le acusó de que estaba fingiendo una lesión. Más tarde, los médicos determinaron que el futbolista tenía una rotura de ligamentos con la que se perdería lo que quedaba de temporada.
Después de este desafortunado incidente, 4 años después ambos se volvieron a enfrentar en un estadio de fútbol. En esta ocasión, Roy Keane aprovechó tal acontecimiento para devolverle la falta al noruego con una entrada.
Esta le provocó al padre de Erling Haaland graves lesiones que luego se agravaron con problemas en la rodilla que finalmente no pudo superar y que forzaron al defensa a retirarse en el año 2003.
Años más tarde, en el libro biográfico de Roy Keane el jugador declaró haber realizado dicha falta adrede para vengarse de la lesión que Haaland le provocó en un principio.