Alfred Hitchcock fue uno de los grandes cineastas de la historia, el cual aplicó técnicas cinematográficas desconocidas hasta el momento y que se relacionan con los géneros de suspense y thriller.
Pero la vida del inglés también estuvo marcada por una fuerte obsesión por las mujeres rubias.
Fue este el motivo por el que empezaron a llamarle con el apodo 'Cocky', el cual era un diminutivo que además tenía un curioso doble sentido, ya que se podría traducir al castellano como 'pichita'.
Fue un apelativo al que él hizo honor durante toda su vida, ya que son múltiples las situaciones que hablan de su particular relación con algunas de las actrices a las que dirigía en escena.
De hecho, Ingrid Bergman, Grace Kelly o Tippi Hedren fueron algunas de las mujeres que sufrieron su acoso.
Este llegó a tal punto que Kelly consiguió que la dejara tranquila tras llegar a un acuerdo con él: una noche tendría un 'despiste' al desnudarse para acostarse dejándose las cortinas abiertas de su alcoba, de forma que el director pudo ser testigo de su desnudo gracias a un telescopio que había preparado para la ocasión.
Por su parte, Tippi Hedren lo tuvo más complicado para librarse del mismo, ya que fue victima de maltrato psicológico con la única misión mantener sexo con ella.
La negativa de la actriz hizo que Hitchcock dejara de hablarla e, incluso, tuviera un detalle macabro con la hija de la actriz.