Queda mucho por limpiar dentro del cuerpo de los Mossos d´Esquadra para que cumpla su verdadera función de garantes de la ciudadanía catalana y sus libertades. Siete de sus agentes han sido denunciados por la asociación Cataluña Pueblo de España por estar al servicio del golpe de estado fraguado por Puigdemont y continuado por Quim Torra.
La denuncia ha llegado al ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska y también al gobierno suizo, tal como publica el digital OKDiario, para que se investiguen las actividades de Marta Rovira y Anna Gabriel, ambas fugadas de la justicia, en ese país. Esta denuncia interpuesta por 'Cataluña, pueblo de España', se suma a otra presentada en octubre ante la fiscalía suiza contra Quim Torra por delitos de odio y apología a la violencia. (División entre los Mossos por la última 'fantochada' de Buch)
El objeto de la denuncia es porque la Generalitat ha formado una "policía política" en los Mossos en la que sus miembros, “inducidos por sus superiores y por el aparato secesionista catalán, no tienen el menor inconveniente en infringir leyes y reglamentos” y ponerse al servicio del golpe de Estado separatista. Y en el dossier se enumeran una serie de actividades ilegales:
Por ejemplo, la conducta del sargento del área de escoltas de los Mossos d’Esquadra Lluís E.M, que viajó a Bruselas protegiendo de la justicia española a Carles Puigdemont. Estuvo protegiendo a Puigdemont tres meses en Bruselas alegando que estaba de vacaciones. La Guardia Civil sospecha de Lluís E.M. que ayudó a huir a Puigdemont de España oculto en el maletero de un coche desde Gerona al aeropuerto de Marsella el 29 de octubre de 2017. (500 Mossos se hartan y estudian su traslado a la Policía Nacional)
Esta conducta comporta según la denuncia delito de encubrimiento al margen de vulnerar el artículo de la Ley Orgáncia que prohibe a los agentes desarrollar actividades privadas incompatibles con su cargo.
Pasado el tiempo, sigue desplazado a Waterloo velando por la seguridad de Puigdemont y el conseller de Interior Miquel Buch le ha asignado un sueldo de 76.000 euros anuales en concepto de "asesor de sistemas de seguridad corporativa". Sencillamente escandaloso. (Los CDR tienen 'topos' en los Mossos de Esquadra)
El mosso que extorsionó a una chica
Otro guardaespaldas de Carles Puigdemont en Bélgica, el mosso Antonio J.A, fue condenado en 2011 por el Juzgado de lo penal número 3 de Gerona a un año y medio de cárcel por extorsionar a una joven con el pago de 6.000 euros a cambio de no difundir en las redes sociales unas imágenes en las que aparecía desnuda.
También fue acusado de corrupción de menores por hacer proposiciones sexuales por internet a varias chicas de 13 y 14 años, a las que pidió que le enviaran fotos íntimas. (¡Intolerable! Un sector de los Mossos se unirá a los separatistas contra el Gobierno)
El ‘chivato’ de la ANC
También hay para Albert Donaire, portavoz de la sectorial de la ANC Mossos per la República, que utiliza las redes sociales para sostener que España es “un cáncer” y un “Estado fascista con una policía fascista”. El dia del referéndum ilegal del 1-O publicó en twitter: “Yo no pienso retirar ni una sola urna el próximo 1-O. Espero que todos tengan claro a quién soy leal”.
Se sabe que Donaire es el chivato de la ANC en las redes, el que desenmascara a sus compañeros constitucionalistas. Fue el que pidió purgar al agente que pronunció la célebre frase: “¿Qué república ni qué cojones? La república no existe, idiota“. De acuerdo con su petición, Miquel Buch ha anunciado la apertura de un expediente disciplinario a ese antidisturbios. En el caso de Donaire no se da “el deber de fidelidad a la Constitución española“. (Los Mossos apuntan y disparan contra su compañero constitucionalista)
El agente que escondió las urnas
El inspector jefe de seguridad ciudadana de Lérida, Francesc Xavier R.P. también aparece en la denuncia, ya que junto a Albert Donaire formaba parte del grupo de Telegram que acredita que miembros de la Policía autonómica colaboraron para ocultar y distribuir las urnas del referéndum ilegal del 1-O. Y se ha sabido por un mensaje suyo interceptado: “Las urnas y las papeletas están todas en Sarroca de Lérida y desde aquí las distribuiremos a toda la provincia mañana”, rezaba uno de los mensajes del chat.
Es decir, los Mossos tenían instrucciones de desobedecer las órdenes del juez durante la jornada del 1-O: “Yo lo tengo muy claro, las instrucciones son porque no podemos desobedecer abiertamente al TSJC. Pero cuatro son multitud, hemos de pedir refuerzos que no vendrán. Levantemos acta para justificar nuestro trabajo pero no es necesario ni poner nombres. Si son dos, he visto cuatro. Nuestra función real es proteger al pueblo”.