El escocés mató 16 hombres y recibió el apodo de el carnicero
Dennis Nilsen fue un niño que se crió en un ambiente muy religioso y estricto en el que le prohibían hasta ver el cine, ya que decían que era una tentación del diablo.
Además, el ambiente familiar no era el más idóneo. Y es que tuvo que aguantar desde bien pequeño las discusiones de sus padres y la llegada de su abuelo lo unió bastante a él aunque también lo desestabilizó.
Pero fue con la muerte del mismo cuando el pequeño unió el amor y la muerte.
Por lo que durante los años siguientes, Nilsen descubrió su tendencia homosexual y estuvo viajando por varios países de Europa cuando se alistó en el ejército.
Allí aprendió varias técnicas de cómo descuartizar y trinchar que después las llevaría a la práctica.
Y fue durante su estancia en el cuerpo policial de Londres cuando cada vez se sentía más atraído con la muerte, hasta tal punto que en muchas ocasiones simulaba ser un cadáver cuando se tumbaba en el suelo.
Su primera víctima fue Stephen Holmes, un adolescente con quien llegó a mantener relaciones íntimas.
A la mañana siguiente, Nilsen comenzó a pensar que este le podía abandonar, por lo que terminó estrangulándole con una corbata.
Después se deshizo del cuerpo enterrándolo en el jardín de su casa.
De esta forma, el asesino en serie continuó realizando más homicidios hasta llegar a la friolera cifra de 16 víctimas.
Pero en el año 1983 se descubrieron todos sus homicidios después de que un fontanero se introdujera en una alcantarilla por una avería y encontrara varios cuerpos sin vida en su interior.
La policía comenzó a investigar los cuerpos para descubrir el autor de los hechos y recogieron varias pruebas que le conducían hasta Dennis Nilsen.
Este confesó los 16 asesinatos que cometió desde el año 1978 y fue condenado a cadena perpetua.
Durante sus años en prisión realizó varios escritos donde detallaba cómo había matado a sus víctimas y finalmente murió a los 72 años por una embolia pulmonar.