Fue una de las escenas más esperpénticas del Gobierno de Pedro Sánchez: el presidente socialista corriendo detrás de Joe Biden durante 20 segundos en la cumbre de la OTAN para posteriormente decir que había mantenido una reunión con el presidente de los Estados Unidos y dárselas de persona importante. Tras aquello, muchos dudan que Sánchez de verdad haya hablado con Biden, tal y como asegura, sobre la crisis de Afganistán.
"Acabo de mantener una fructífera conversación con el presidente Joe Biden, en la que hemos abordado varios temas de interés común, en especial, la situación en Afganistán y la colaboración entre ambos gobiernos en la evacuación de ciudadanos y ciudadanas desde ese país", afirmaba en Twitter el presidente del Gobierno de España.
Unas palabras que sonaban a chiste después de que este mismo sábado al secretario de Estado norteamericano se le olvidara mencionar a España en sus agradecimientos por el trabajo de evacuación en Afganistán.
El socio de Joe Biden mencionó a 26 países, entre ellos algunos estados miembros de la OTAN como Francia, Alemania, Italia o Reino Unido. Pero ni rastro de España y del pesado de su presidente, Pedro Sánchez.
Sánchez, carne de meme
Obviamente, la situación ha generado chistes de todo tipo en las redes sociales: Pedro Sánchez se ha vuelto a convertir en carne de meme, una vez más. No ha hecho más que volver de las vacaciones y ya suma dos polémicas: el ridículo con Biden y la escena de las alpargatas.
"¿Esto es en serio? Porque me cuesta creerlo. Tristísimo postureo"; "Ni caso, este miente más que habla"; "La llamada de cuantos segundos fue, ¿de 10'', 15" o 20"? Na, pero en cualquier caso como os dará a conocer Sanchez, abordaron miles de temas como el último contacto de 29""; "Y no le ha dado tiempo a tratar más porque ha saltado el contestador automático..."; "Yo veo esto y me recuerda a gran Gila. ES LA CASABLANCAAAA?", han sido algunos de los comentarios que ha suscitado.
Pedro Sánchez, siempre en el ojo del huracán. Si no hubiera mentido tantas veces a la ciudadanía y no hubiera hecho el ridículo tantas veces con su postureo e ínfulas, seguramente la gente se lo tomaría más en serio.
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A estas alturas es complicado hacerlo, y después de lo que pasó en la cumbre de la OTAN nadie tiene dudas de que la conversación con Biden es cuanto menos sospechosa...