Los hechos ocurrieron hace meses, pero las autoridades de Estados Unidos lo ocultaron. Ahora, The Telegraph revela en exclusiva lo sucedido.
Un submarino civil
Una empresa británica de aventuras contrató un submarino estadounidense llamado Triton, con el que realiza inmersiones turísticas para ver los pecios.
El piloto del sumergible perdió el control debido a las “corrientes intensas e impredecibles” que se producen a 4.000 kilómetros bajo el agua.
Sin daños
ETOS Expeditions, la empresa británica responsable de la inmersión aseguró que el Titanic no sufrió ningún daño.
“Los posibles daños causados en los restos del barco deben de haber sido escasos, porque el sumergible es esencialmente ingrávido”.
Tanto EEUU como Gran Bretaña han firmado un acuerdo internacional para evitar que se produzcan más visitas no autorizadas a los restos del barco, situado a 600 kilómetros de Canadá.