De tal palo, tal astilla: el hijo de Jiménez Losantos arremete contra Pedro Sánchez

David Jiménez Torres escribe en El Mundo contra el presidente en funciones

De tal palo, tal astilla: el hijo de Jiménez Losantos arremete contra Pedro Sánchez
De tal palo, tal astilla: el hijo de Jiménez Losantos arremete contra Pedro Sánchez

David Jiménez Torres recuerda que "los militantes socialistas podían elegir y eligieron, por segunda vez, a Pedro Sánchez. Hace ya dos años de aquellas primarias contra Susana Díaz y Patxi López, y la lectura generalizada ha venido siendo que, para el partido, fue una decisión acertada". 

El hijo de Federico Jiménez Losantos explica que "Sánchez se aupó a la presidencia con la moción de censura y, una vez ahí, abonó el terreno para que el PSOE recuperara cuotas de poder que eran impensables en los tiempos en que hablábamos de crisis de la socialdemocracia y del auge de Podemos. Hoy el militante socialista tiene motivos para pensar que su decisión activó el regreso al statu quo ante bellum: gracias a Pedro, volvemos a mandar". 

Pero, el columnista de El Mundo, señala que "las negociaciones para la investidura, sin embargo, ofrecen una lectura distinta. Por un lado, haber elegido al adalid del no es no ha impedido al PSOE obtener los réditos que podía esperar tras su abstención en la investidura de Rajoy". 

Demagogia barata

Jiménez Torres denuncia la estrategia demagógica de Sánchez: "Se comprobó con la conmovedora carta en la que diputados socialistas pedían a sus homólogos en el PP y Ciudadanos que devolviesen el favor. Casado y Rivera nunca lo tendrán tan fácil para armar un argumentario: el único socialista que no puede pedir esa reciprocidad es, precisamente, el que hizo demagógica oposición a aquel ejercicio de madurez democrática. La reelección de Sánchez cortó para el PSOE, por tanto, una posible vía para alcanzar el poder: en el vértigo de unas primarias se tiende a olvidar que uno acaba recogiendo lo que ha sembrado". 

Y añade: "Los socialistas parecen darse cuenta ahora de que compartir el Consejo de ministros con Pablo Iglesias durante cuatro años no es una gran idea. Pero ¿en qué otra cosa iba a desembocar la normalización de acuerdos con Podemos? Quizá, entre la sinfonía propagandística que orquesta Moncloa todas las mañanas, se empiece a oír un silbido discordante: el que indica que, a la larga, Sánchez solo es un activo para sí mismo".