El Gobierno de España, conformado por el PSOE de Pedro Sánchez en coalición con Unidas Podemos, necesita el apoyo de los partidos nacionalistas vascos y catalanes para conseguir aprobar sus propuestas legislativas en las Cortes Generales, así como los Presupuestos Generales del Estado (PGE), fundamentales para que Pedro Sánchez se mantenga en la Moncloa, al menos, un año de legislatura más.
Una dependencia de la que los nacionalistas vascos y catalanes son conscientes, habiéndose aprovechado de esta necesidad de los socialistas en las negociaciones de las Cuentas estatales, donde País Vasco y Cataluña han sido las más beneficiadas por los presupuestos elaborados por el sanchismo.
Sin embargo, parece que Pedro Sánchez se ha acostumbrado tanto a trabajar y a depender de sus socios catalanes independentistas, que no ha dudado en introducir a uno de ellos dentro de su Gobierno; en concreto, a Joan Subirats, quien este lunes prometía el cargo ante el Rey como nuevo ministro de Universidades del Gobierno de coalición.
Un fichaje que ha sorprendido mucho, ya que, si por algo era conocido Subirats hasta este momento, más allá de su papel como catedrático en Ciencias Políticas, es por su marcado carácter independentista, habiendo votado, y animado a otros a hacerlo, durante la consulta ilegal de independencia de Cataluña del 1 de octubre de 2017.
La oposición critica el fichaje de Subirats
Del mismo modo, el catedrático independentista trabajó mano a mano con Ada Colau en Barcelona, habiendo ocupado, hasta hace poco tiempo, el puesto de teniente de alcalde de Cultura y Educación en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal.
Un perfil de marcado carácter secesionista que, sin embargo, se ha querido 'ocultar' desde las filas socialistas, habiendo defendido la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, el fichaje de Subirats, asegurando que sus acciones en el procés independentista son cosas de "otro momento de la historia de nuestro país".
Palabras que no han calmado los ánimos en los partidos de la oposición, que se han mostrado preocupados y "extrañados" ante la nueva incorporación al Consejo de Ministros.
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"Respecto al nuevo ministro, construir el mejor futuro de España con una persona que votó en una consulta ilegal, y que además lo hizo en favor de la independencia para romper Cataluña con España, es un poco extraño" ha criticado José Luis Martínez Almeida, en palabras muy semejantes a las pronunciadas por el líder de su partido, Pablo Casado.
Por su parte, el ya nuevo ministro ha vuelto a demostrar el verdadero carácter independentista: más allá de su ideología rupturista y secesionista, el verdadero interés es estar lo más cerca posible de las arcas públicas y del poder, sin importar los cambios de rumbo ideológicos o políticos que se deban producir para conseguir el objetivo, prometiendo ahora trabajar para ese "Estado opresor" contra el que votó hace cuatro años.