Las lágrimas de Ada Colau en RAC-1 provocaron que El País protestase contra los independentistas a través de un editorial.
Esta reacción, a su vez, ha provocado que David Gistau se mofe del periódico de PRISA: "Cómo habrán sido de conmovedoras las lágrimas de Ada Colau que, ayer, el gran diario de progreso editorializó sobre ellas y lamentó que el independentismo hubiera mostrado su verdadera faz".
El País ahora sí carga contra el independentismo
El columnista tira de memoria: "Caray, ¿sólo ahora? Los empellones a trifachitas en la universidad o en cualquier ámbito público donde asomen no bastaron para que los editorialistas orgánicos se alarmaran de repente por la degradación de la política, por el encanallamiento de la calle, por la restauración en el escenario público de una violencia más o menos amagada que marcó la última campaña electoral como no sucedía ya en la España convencida de ser una fiesta de la democracia". (David Gistau denuncia el amor de Podemos por las teorías de la conspiración).
Gistau recuerda algunos insultos que no tuvieron reconocimiento de El País: "Es más, hasta ahora, a esa violencia se le procuraba eximentes. Como cuando era a Maite Pagaza a quien llamaban puta y a quien echaban encima una turba en el Norte”.
“Se tendía a decir que a esa turba no le había quedado más remedio que comportarse así después de ser provocada por la presencia de unos políticos en lugares en los que ya hace tiempo tendrían que haber renunciado a estar”.
David Gistau remata al diario de PRISA
Y remata: "Por último, hay que agradecer a la consagración institucional de los activistas de la nueva política que por fin hayan reparado en la grosería y la violencia del escrache, eso que hasta hace poco era el "jarabe democrático" administrado por el "pueblo empoderado". Es que resulta que dicen puta. Ahora reparan en ello".