En una carta publicada en el periódico La Vanguardia, el preso habla tras sus 600 días en la cárcel, y lo hace para afirmar que si el Tribunal Supremo condena a los políticos catalanes, esto será visto en Cataluña como un "gran incentivo" para promover el movimiento golpista y avanzar "hacia una democracia madura y consolidada en forma de República".
Se posiciona así Cuixart sobre el juicio que podría llevar a la cárcel a sus compañeros independentistas, que ya se encuentra en su etapa final. Afirma el preso que, de ser considerados culplables. "será una triste noticia para las libertades colectivas".
Considera que la acusación de violencia es 'deshonesta'
Cuixart, que comienza la carta definiéndose a sí mismo como un "preso politico", habla del movimiento del 1 de octubre como un acto no violento de defensa de los derechos de los ciudadanos. En este sentido,el político acusa a la Justicia y a la opinión pública de haber tratado el 1-O como un golpe de Estado violento. "Vincular el 1-O con algún tipo de violencia o compararlo con un golpe de Estado es tan escandalosamente falso como deshonesto. La acción no violenta no es violencia, ni aquí ni en ninguna parte".
Afirma el preso, por tanto, que los enfrentamientos que se produjeron el citado día, y que se han podido visualizar a través de diversos recursos gráficos, no corresponden a la categoría de "acto violento".
El referéndum comparado con el movimiento feminista
En la carta, el presidente de Òmnium insiste que la desobediencia ejercida durante el referéndum ilegal corresponde a una necesidad en la lucha de los Derechos fundamentales, citando a M. Luther King en su intento de justificar sus acciones: "El problema no es que se desobedece colectivamente una ley, sino por qué se debería obedecer una que es considerada injusta".
No se corta Cuixart en relacionar el golpe de estado separatista con el movimiento feminista, insistiendo en la idea de que si las mujeres no hubieran incurrido en la desobediencia, no habrían conseguido el derecho a voto. Así, relacionando los derechos femeninos con el independentismo, intenta Cuixart darle un carácter democrático a la independencia de Cataluña, olvidando que la lucha del movimiento feminista, al igual que el movimiento racial en Estados Unidos, fue en defensa de la NO segregación.