Cada vez más, se observa cómo se están implantando puestos de carga USB en las zonas de uso público.
Todas las comodidades para no quedarse sin batería en una de las herramientas fundamentales de nuestra sociedad: el teléfono móvil.
Sin embargo, esto puede ser peligroso, y así han empezado a advertirlo las autoridades de Los Ángeles, en Estados Unidos.
Y es que una de las dos vías más sencillas para que 'infecten' nuestro teléfono móvil es el puerto USB que utilizamos para cargar el dispositivo.
Juice Jacking
El 'hackeo' de nuestro teléfono móvil a través del USB se conoce como Juice Jacking.
Un tipo de ataque cibernético que llega mediante los puertos USB públicos, donde los atacantes introducen un malware que puede producir efectos muy diversos: desde robar datos como una tarjeta de crédito, hasta hacer copia de nuestras fotografías y contactos.
Las posibilidades reales de que algo así suceda son pequeñas, dado que los lugares de carga públicos suelen contar con vigilancia. (Inventan una máquina que es capaz de leer la mente)
Sin embargo, sí se recomienda llevar siempre el cargador original del producto, y acceder a los puestos de carga de confianza, nunca en sitios desconocidos.