¡Cuánto ha llovido desde entonces! Han pasado más de 10 años del histórico "¿por qué no te callas?"

Pronto se cumplirán 12 años de la famosa frase que puso la XVII Cumbre Iberoamericana patas arriba

04 de Octubre de 2019
¡Cuánto ha llovido desde entonces! Han pasado más de 10 años del histórico "¿por qué no te callas?"
¡Cuánto ha llovido desde entonces! Han pasado más de 10 años del histórico "¿por qué no te callas?"

El 10 de noviembre de 2007 el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez, y el rey emérito, Juan Carlos I, protagonizaron una sonada bronca que quedó para el recuerdo.

Chávez siempre tuvo una mala relación con el expresidente español José María Aznar, y en aquella cumbre le calificó de “fascista” en repetidas ocasiones. 

El ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero pidió respeto para el exmandatario español y el venezolano, lejos de calmar los ánimos, continuó con las descalificaciones y la bronca. En ese momento, el Rey Juan Carlos saltó y le gritó “¿Por qué no te callas?”

La frase se convirtió en un fenómeno social

La frase abrió un conflicto institucional entre los dos países, pero, lo más famoso no fue eso, sino el impacto que tuvo. La frase se convirtió en un gran entretenimiento para los internautas, dando lugar a cantidad de memes, parodias y chistes.

En España hubo un tiempo en el que no se hablaba de otra cosa, hasta el punto que la anécdota se reflejó en la canción que presentó España en Eurovisión 2008, de la mano del extravangante Chiquilicuatre.

¡Cómo ha cambiado la cosa!

Las cosas han cambiado mucho en los países que protagonizaron aquella riña.

Desde entonces nosotros hemos cambiado de presidente dos veces, de rey y atravesamos una crisis económica.

Por la otra parte, el ex gobernador venezolano falleció en 2013, sucediéndole su mano derecha, Nicolás Maduro, y hoy en día se podría decir que Venezuela está hecha una ruina.

Finalmente, el monarca español y Hugo Chávez hicieron las paces y se reunieron en verano de 2008. Tuvieron una charla amable y el Rey Juan Carlos hizo gala de su campechano carácter regalándole una camiseta en la que aparecía grabada la famosa frase. Todo quedó en una anécdota para ambos.