El 2022 no supera todavía su primer mes de vida y ya parece que todo se encuentra atado con alambres. La pandemia, crisis económicas, división ideológica y desastres naturales como inundaciones y actividades volcánicas se han convertido en nuestro pan de cada día. Que nadie se alarme, de momento este mundo no se va a terminar.
La erupción del volcán bajo el agua en Tonga fue el último gran desastre que ha vivido la raza humana en unos últimos meses donde todo parece no poder salir peor. La pandemia y su variante Ómicron no son el único problema con el que cuenta la raza humana ahora mismo, sino uno más de una larga lista.
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El cambio climático es una realidad y cuesta ya pensar como algunos lo niegan. Las inundaciones en Alemania, Uruguay y lo ocurrido en La Palma reflejan que nuestro planeta se encuentra al límite, con cambios que tarde o temprano supondrán un punto de no retorno si no se actúa de manera inmediata.
También hay problemas si miramos el escenario político. La toma de Afganistán por parte de los talibanes tras 20 años de democracia, el combate que se vive en Kazajistán mientras se especula con una entrada de Rusia en Ucrania y las protestas en países de Sudamérica como Colombia, Cuba o Nicaragua exponen una crisis de liderazgo propia de una película de terror.
Aunque no lo parezca, aguantaremos
A todo esto se le suma la crisis económica que se vive gracias a la pandemia y que ha dejado a millones de seres humanos alrededor del mundo en el paro y sin la posibilidad de conseguir empleo. El teletrabajo y las vacunas han supuesto un giro al escenario laboral que se plantaba con el coronavirus es cierto, pero en la gran mayoría de casos sigue siendo imposible de aplicar para que todos puedan conseguir ingresos a fin de mes.
Desabastecimientos, la salud mental, los riesgos por las crisis migratorias en Canarias, Polonia-Bielorrusia, Calais o México hacen pensar que todo esta apunto de explotar. Aunque no lo parezca, según los expertos todavía estamos lejos de llegar a un escenario del que no haya como volver.
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El Boletín de Científicos Atómicos actualizaba el pasado jueves el Reloj del Apocalipsis, que de momento se encuentra a tan solo 100 segundos de la medianoche. Un dato que impresiona si, pero que no significa que este se haya movido en los últimos meses. Si bien desde el cuerpo de especialistas aseguran que la cosa no está ni mucho menos en un escenario positivo, afirman que la raza humana se mantiene en los mismos tiempos del 2020.
Este es el resumen de los últimos meses de una raza humana a la que aunque no lo parezca, todavía le queda mucho tiempo de vida en un planeta que no aguanta otra crisis. Desastres naturales, debacles políticas y una pandemia envuelven la actualidad de nuestro mundo, que seguirá soportando lo que su hijo más prodigo le entrega día a día.