Los de Zinedine Zidane lo tenían muy claro cuando ayer, saltaron al césped para enfrentarse al Getafe: aquello no era sólo un partido; era el punto de inflexión de la Liga Santander.
Y los merengues saben cómo reaccionar ante este tipo de encuentros; con gran esfuerzo, y un lanzamiento de penalti de Sergio Ramos que encogió el corazón de todos los madridistas, el equipo de Zidane lograba la victoria... y posicionarse como líder de la competición, con una distancia de cuatro puntos del FC Barcelona.
Una distancia que permite respirar a los blancos, y empezar a soñar con hacerse con el ansiado trofeo de la Liga española tras el duro parón provocado por el coronavirus.
Los de Zidane ya están haciendo números, y el propio entrenador lo ha dejado claro: "no podemos relajarnos, quedan cinco finales" ha afirmado el entrenador galo.
El equipo madrileño puede relajarse... pero no mucho
Sólo 62 horas separan al Real Madrid que se enfrentó al Getafe del Real Madrid que tendrá que enfrentarse al Athletic de Bibao. Una visita muy dura a San Mamés con poco descanso, pero que, si consiguen vencer, pondrá al Barcelona muy nervioso antes de pisar La Cerámica, con siete puntos de distancia entre ambos.
Tras este partido, los blancos se enfrentarán a Alavés, Granada, Villareal y Leganés; cinco rivales que son lo único que separan al equipo madrileño del título, que se resiste a los blancos desde 2017.
De mantenerse la distancia de cuatro puntos con el Barça, los blancos serán campeones en el encuentro del Villareal, el próximo 14 de julio, en Valdebebas.
Los blancos sólo dependen de sí mismos, teniendo un ligero 'colchón' frente a cualquier pinchazo: y es que dos empates, o un partido perdido, provocarían que el Barça estuviese cerca del título.
Eso sí, de fallar el Real Madrid, por dos empates, dos partidos, y ganar los de Setién todos sus encuentros, el Real Madrid seguiría obteniendo el título de Liga por el goal average particular. Algo que supone un margen de error para los de Zidane, pero que en ningún caso les ofrece una garantía absoluta.
En el caso de pinchar los blancos, pero no los azulgranas, el título se disputaría en la última jornada, luchando los blancos contra un Leganés descendido. (Ni Messi, ni Cristiano. ¡¡El rey del penalti es Sergio Ramos!!)
Y, si el FC Barcelona falla contra los amarillos o el Espanyol, pero el Real Madrid se mantiene invicto, los blancos se convertirían en campeones frente a un Granada sin nada que ganar ni perder en Los Cármenes.