Cualquier condena es poca: este impresentable merece ser encerrado y que tiren la llave

Este desalmado hace que un joven de 17 años se suicide

12 de Septiembre de 2022
Cualquier condena es poca: este impresentable merece ser encerrado y que tiren la llave
Cualquier condena es poca: este impresentable merece ser encerrado y que tiren la llave

Este hombre no tiene perdón. Debe ser encerrado y toda condena para él es insuficiente. Se trata de Vicente Paradís , persona de 62 años que ha sido condenado a 10 años de prisión por provocar el suicidio de Iván, un adolescente de 17 años en Villarreal (Castellón). ElCaso.com ha tenido acceso a la sentencia y en esta figura que el hombre le envió hasta 119 mensajes incitándolo a suicidarse hasta que, finalmente, lo hizo. Algunos de estos mensajes se han hecho público y son escalofriantes.

 Todo se remonta a hace seis años, en 2016. El joven entró en una página de contactos y comenzó a comunicarse con el acusado, que es 40 años mayor que él. Luego debió de arrepentirse y empezó el hostigamiento, que llegó a durar siete horas. Durante solo tres de ellas, Paradís le envió 119 mensajes. 

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    Entre todos esos WhatsApp le dijo que le iba a arruinar la vida a él y a su padres por navegar en una red para adultos.  Asimismo, le afirmó: "tengo toda la conversación en el otro teléfono y lo pienso publicar todo". "si yo te hiciera chantaje, qué harías?". "vas a llorar lágrimas de sangre delante de los jueces y de tus padres”, le decía algunos de los mensajes donde se daba a entender que Vicente y la víctima habían tenido sexo con anterioridad. No obstante, no está corroborado que se hubieran visto nunca en persona, pero sí habían hablado a través de una plataforma para gays de internet.

    Vicente, empeñado en atemorizar a su víctima, seguía metiéndole el miedo en el cuerpo, a pesar de que le dijese que se suicidaría de seguir así: "Si te suicidas, les dejarás el marrón a tus padres, no sabes hasta donde soy capaz de llegar", "te denunciaré y nos veremos en los juzgados", decía Vicente al adolescente.

    La víctima se encontraba arrepentida

    Hasta en 53 ocasiones, la víctima le pidió perdón. "Por favor, no lo hagas, haré todo lo que digas, me arruinarás la vida", le llegó a decir. En 11 ocasiones diferentes le afirmó que se iba a quitar la vida si seguía así. Tras tres trágicas horas en las que recibió amenazas, insultos y chantaje emocional, Iván se mató al arrojarse al patio interior de su casa.

    Era tal la obsesión, que tras este suceso, el condenado siguió mandándole mensajes del mismo tipo. Según informan los compañeros de ElCaso.com, en la sentencia se defiende que Vicente "Era plenamente consciente de que era menor de edad y que, por lo tanto, era inmaduro y vulnerable". 

    La condena

    La defensa de Vicente consideraba que el móvil no estuvo custodiado durante estos ocho meses, ya que permaneció en un cajón de la comisaría antes de que se produjera el volcado. En su primera declaración sin embargo, Paradís sí confesaba haber enviado esos mensajes.

    También aseguraron que era un chico que mentía a sus padres y que fumaba porros. Sus padres, rotos de dolor, lo desmintieron. Defendieron que solo era un joven que exploraba su sexualidad, jugaba al fútbol, iba al conservatorio a recibir clases de piano, pertenecía a una peña y salía con sus amigos

    El fiscal lo tenía claro, "el menor no se encuentra entre nosotros por culpa del acusado". Con todas estas pruebas y testimonios, un jurado popular compuesto por seis hombres y tres mujeres se reunió para deliberar, y finalmente consideró a Paradís culpable de homicidio.

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      Tras todas estas circunstancias, el hombre de 62 años ha sido condenado a 10 años de prisión por provocar, de manera indirecta, la muerte del menor. Asimismo, tendrá que pagar una indemnización de 73.000 euros y de 27.000 euros a los padres de la víctima como responsabilidad civil.

      Las páginas de contacto, todo un peligro

      Este hecho muestra que las páginas de contactos de Internet son muy peligrosas. Nunca sabemos quién es la persona con la que estamos chateando, por lo que debemos de tener cuidado a la hora de conocer a una persona de manera virtual. Hay que andarse con mucho ojo.