1. Tortuga caimán
Este es un reptil que puede superar 1 metro de altura y pesar los 100 kilogramos. Entre sus características se encuentra el gran pico que tiene, con el que puede arrancarle el brazo a una persona.
Además, está recubierto de una estructura osteodérmica compuesta con unas tres crestas y una recubierta afilada por todo el borde que le hace tener un aspecto muy atemorizante.
2. Dragón de Komodo
En este caso se trata de un lagarto que se considera el más grande del mundo.
Entre sus grandes capacidades se encuentra la de inmovilizar a sus presas gracias a los gérmenes que tiene en la boca además de atacar primero a las piernas y romper los ligamentos.
Este reptil puede llegar a medir 3 metros y pesar 100 kilogramos. Su cuerpo es capaz de introducir cualquier alimento que pese lo mismo que él y no necesitan a otro animal para reproducirse.
Pero tranquilo si piensas que por este motivo puede haber sobrepoblación, ya que cuando estos no encuentran una presa atacan al más débil de su especie.
3. Caimán negro
Estos reptiles se caracterizan por tener escamas negras con alguna que otra mancha mancha clara, rayas amarillas y una mandíbula pequeña.
Pueden llegar a medir hasta 5 metros y pesar unos 200 kilogramos. A este animal se le considera como el mayor de los caimanes y cuentan con 74 dientes muy afilados.
4. Cocodrilo de agua salada
Se trata de un animal muy peligroso que puede llegar a medir hasta 7 metros y pesar una tonelada.
A pesar de su gran lentitud, una vez que alcanza a su presa esta no tiene vuelta atrás. Entre ellas se encuentran caballos, hipopótamos, ciervos e incluso en alguna ocasión se ha informado que han llegado a devorar a personas.
Este cocodrilo, a pesar de que puede vivr perfectamente en aguas saladas, prefiere las lagunas y los ríos poco profundos para situarse.
5. Mamba negra
Finalmente encontramos esta serpiente de procedencia africana que mide entre dos y cuatro metros y se caracteriza por tener el interior de su boca en color negro.
Este animal venenoso se encarga de perseguir a su presa hasta conseguirla e inyectarle hasta 800 mg de veneno.
Si la víctima del reptil negra escapando tiene que tratarse la herida inmediatamente para evitar posibles daños o hasta la muerte.