Fue un motivo de “vida o muerte” el que obligó al “führer” a recortar su bigote.Según se relata, al líder nazi se le ordenó cortárselo para que pudiera ponerse bien la máscara antigás, durante los ataques británicos.
Así lo respalda un ensayo recogido en 2007 por el diario inglés The Telegraph, donde indican que el inédito escrito corresponde al soldado Alexander Moritz Frey, quien sirvió junto a Hitler en las trincheras de la Primera Guerra Mundial.
Según Frey, el dictador sólo estaba obedeciendo órdenes cuando le dio la famosa forma a su bigote. De hecho, comenta que antes lucía un vello facial amplio que tapaba un “aspecto desagradable de su boca".
El soldado que murió en 1957 también abordó su primer encuentro con Hitler en 1915, describiéndolo como “un hombre alto y pálido” que tenía “miedo e ira brillando en sus ojos". El hallazgo de este ensayo dejó atrás las especulaciones en torno a que Hitler sólo quería seguir una moda cuando recortó su vello facial.
Pese al esfuerzo, el ajustar su bigote no le sirvió de mucho cuando quedó ciego temporalmente en 1918 durante un ataque británico.