Cuenta la leyenda que una tarde de 1823, durante un partido de fútbol medieval inglés, William Webb Ellis cogió el balón con las manos y fue sorteando a los rivales con quiebros y empujones.
Corrió a lo largo de todo el campo y depositó el balón al traspasar la línea de meta del rival.
Así, en un colegio de la ciudad de Rugby (Inglaterra), nacía el ‘football-rugby’, deporte que crecería rápidamente y terminaría llamándose simplemente rugby.
Homenaje al inventor del rugby
En dicha escuela se puede admirar un monumento en honor a su alumno más famoso: William Webb Ellis, el inventor del rugby.
En la inscripción se puede leer:
"Esta piedra conmemora la proeza de William Webb Ellis, que con un sutil desprecio hacia las reglas del fútbol, tales como eran jugadas en su época, tomó la pelota en sus brazos y corrió con ella, originando así la característica distintiva del juego del rugby".