Rosa Benito explica su intento de suicidio y de lo que hizo por dinero: ‘15 pastillas'

Rosa Benito  vuelve a Telecinco tras tres años de ausencia. Su regreso marca un nuevo comienzo. Atrás quedan los malos recuerdos y el dolor. Ahora se siente fuerte. "He renacido", asegura.

Será colaboradora en De Viernes. Se muestra feliz por ello. "Este es mi programa", dice. "Me siento querida por mis compañeros". Llega con ganas. Con actitud abierta. Lista para todo.

Su vuelta incluye una entrevista profunda. Un repaso a los momentos más duros de su vida. Confiesa que tocó fondo. Pero hoy ve la vida con optimismo. Quiere dar un mensaje de esperanza.  "Se puede salir. Se puede volver a vivir", dice. "Todavía nos queda mucha vida".

Superar el daño de la televisión ha sido su mayor reto. Sufrió mucho. Ahora decide volver. Pero, ¿se arrepiente de algo? Lo tiene claro. "De no haberme ido antes", confiesa. Pudo hacerlo. Pero no lo hizo.

Paolo Vasile la llamó. Le pidió que regresara. Pero ella ya había tomado una decisión.  "Le dije 'ahora es tarde, señora'", recuerda, haciendo referencia a la canción de Rocío Jurado. No necesitaba volver. "No me hacía falta para comer", asegura.

El peor momento: ingresada en una clínica

La televisión la llevó al límite. Terminó en una clínica psiquiátrica.  "Me daba miedo la gente", cuenta. "Me daba miedo salir. Sufría ataques de ansiedad". Estaba hundida.

Buscó ayuda profesional. Encontró una psiquiatra que la guió. "Me hizo creer en mí. Me sacó adelante", dice. Pero no fue un proceso rápido. "No se resurge de la noche a la mañana".

Un día tomó una decisión clave. "Llamé a mi psiquiatra y le dije: 'Elena, necesito que me ingreses'".

Su separación de Amador Mohedano le pasó factura. Pero exponerlo en los medios lo complicó aún más. Todo se juntó. Y Sálvame tampoco ayudó.

"Lo más importante es la paz mental", asegura. Pero ella la perdió. Se sintió enferma. Cansada. Necesitaba alejarse de todo. "No quería morirme, solo descansar", explica. Por eso pidió ingresar en la clínica.  "Mi psiquiatra ya lo tenía preparado. Sabía que se lo pediría".

Lo pasó mal. Muy mal. Pero salió adelante. "La vida te da oportunidades", afirma. Ha aprendido a quererse. A valorarse. Se miró al espejo y se dio fuerzas. "¿Tú, que eres fuerte y luchadora, te vas a rendir? Nadie puede contigo", se repetía.

Con amor propio, logró recuperarse. Ahora se siente libre. "Sé lo que quiero. Sé a dónde voy", dice.

Tiene claro lo que no hará.  "No quiero prostituirme más", confiesa. No habla solo en el sentido literal. Se refiere a hacer cosas por dinero que no desea hacer. "Lo hice porque lo necesitaba", admite. "Tenía gastos. Tuve que tirar para adelante".

Hoy, Rosa Benito está en paz. Se siente dueña de su vida. Y está lista para disfrutarla.