
La nueva vida de Ángel Llàcer justo un año después de estar a punto de morir
Hace un año que Ángel Llàcer, estuvo a punto de morir. Lo que tendrían que haber sido unas vacaciones idílicas en Vietnam, casi acaban con su vida
Una bacteria infecciosa, de esas que casi no has oído hablar, le atacó desprevenido. Llàcer ingresó de urgencia en la Ruber Internacional de Madrid, con el cuerpo asediado por la enfermedad.
La bacteria era ‘fascitis necrotizante’. "La doctora me dijo que tenían que abrirme la pierna porque la bacteria se estaba comiendo mi cuerpo. Fueron cuatro operaciones.
Yo quería saber todo, me dijeron: ‘puedes perder una pierna, puedes no salir de la operación y puedes salir bien”.
Fueron días donde cada respiración parecía robada al destino. 14 jornadas en la UCI, cuatro operaciones, y el peso de la muerte planeando sobre su cabeza.
“Tuve que despedirme de mi familia y personas queridas. Tienes que decir adiós a tus padres, y yo sé que lo peor para unos padres es perder a su hijo. Yo les decía, yo soy mayor, tengo 50 años”.

“He vivido intensamente, he sido una persona divertida, me voy feliz. Quería que se quedaran con esa sensación", explicó en ‘Y ahora Sonsoles’
El pasado 16 de enero cumplió 51 años, Ángel ha vuelto a renacer y puede volver a su trabajo. Tiene varios proyectos en marcha, uno de ellos en un concurso en TV3. ‘Soc i Seré’.
“Tuve que despedirme de mi familia y personas queridas"
En ‘Soc i Seré’, 100 participantes se enfrentarán en pruebas de resistencia, cultura popular catalana, habilidades lingüísticas y hasta desafíos gastronómicos. Para demostrar quién es el catalán más catalán y alzarse con un premio final de 17.140 euros.
En marzo, volverá a ocupar su lugar como jurado de la XII edición de ‘Tu cara me suena’, el exitoso programa donde su presencia se ha convertido como un sello inconfundible.
A Ángel, la vida le ha dado una nueva oportunidad y lo aprovecha al máximo. Asistió como invitado a las galas de ‘Benidorm Fest’.
También se dejó ver en las after-parties del Benidorm Palace y el Hotel Don Pancho. Aunque aún arrastra secuelas que casi le cuestan la pierna y la vida, no se perdió la fiesta.

En todas las celebraciones privadas, Ángel esta sentado. "Estoy bien, cojito, pero bien", dijo con humor en la alfombra roja de los Premios Ondas.
En el fondo, Ángel Llàcer representa aquello que tanto celebra en los escenarios: la vida como un acto lleno de pasión, humor y entrega.
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