José Manuel Soto estalla contra los medios tras su presunta corrupción en Andalucía

El Juzgado de Instrucción n.º 10 de Sevilla ha abierto una investigación. Se analiza el contrato que el Gobierno andaluz firmó con el cantante José Manuel Soto. Su proyecto "Caminos del Rocío" recibió dos ayudas de 550.000 euros.

La jueza Pilar Ordóñez  ha solicitado información a la Junta de Andalucía. Pide detalles sobre el cumplimiento del contrato y su desarrollo. En un auto fechado el pasado viernes, exige a la Consejería de Turismo un informe detallado.

El juzgado quiere saber si se revisó el contrato de oficio. Si se hizo, exige la resolución adoptada. Además, solicita información sobre los pagos. Quiere conocer las cuantías abonadas, el destinatario y la partida presupuestaria utilizada.

Esta investigación parte de una denuncia de la coalición Por Andalucía. La formación señala como posibles responsables a los órganos de contratación de la Junta y a miembros del Gobierno andaluz. La denuncia llegó tras la advertencia de la Oficina Andaluza Antifraude. Esta instó a la Consejería a revisar un contrato menor de 15.000 euros con el cantante. En dicho contrato, se apreciaban indicios de nulidad.

Respuesta de José Manuel Soto

El cantante ha reaccionado en redes sociales. Publicó un comunicado titulado "El chiringuito del Soto". Acusa a "voceros de la izquierda" de difamarlo y lanzar bulos sobre él.

Soto cree que lo utilizan para atacar al Gobierno de Juanma Moreno. Afirma que su apoyo fue clave para el proyecto. "Gente mal informada y malintencionada ve en mí una oportunidad para desgastar al gobierno", indica.

El artista niega haber cometido irregularidades. "Dicen que soy un peligroso fascista y que tengo que recurrir a estas argucias porque soy un artista fracasado". Recalca que en sus 40 años de carrera nunca se ha quedado "con un duro de nadie".

"No necesito favores políticos para vivir ni para ganar protagonismo", insiste. Asegura que su postura contra el Gobierno de Pedro Sánchez le ha traído problemas. Habla de "vetos, cancelaciones e inspecciones múltiples".

Soto se defiende. Asegura que no ha creado "ningún chiringuito". Dice que su fundación es una entidad sin ánimo de lucro. Un proyecto que él mismo ideó. "No se ha detectado ninguna irregularidad", concluye.