
La condena a la que podría enfrentarse David Rodríguez por el 'niño zarandeado'
Según David Rodríguez, se asustó al ver que su hija no reaccionaba y la agitó en el centro comercial
Sacudir a un bebé puede ser fatal. En solo unos segundos, el daño es irreversible. Puede causar ceguera, lesiones neurológicas graves o la muerte. Este es el síndrome del bebé zarandeado, una de las principales causas de muerte en recién nacidos.
Uno de cada cuatro niños que sufre este maltrato fallece. Entre los que sobreviven, hasta un 80% presenta secuelas. Problemas motores, cognitivos o retraso mental. En España, cada año nacen 450.000 niños. Unos 100 pueden padecer este síndrome.
Casos reales
En 2021, en Asturias, ocurrió un caso. Un niño de dos años fue zarandeado. El culpable, la pareja de su madre. Fue condenado en 2023 a un año y medio de cárcel. Aunque negó los hechos, la evidencia lo delató.

Otro caso en 2016, en Cantabria. Un padre sacudió a su bebé de cinco meses. El pequeño sufrió retraso motor, epilepsia y estrabismo. La Audiencia Provincial lo condenó a 15 meses de prisión y a perder la patria potestad.
¿Por qué ocurre?
El llanto inconsolable es el principal detonante. El cuidador, frustrado, pierde el control. También puede ocurrir por un intento de reanimación. Espasmos, atragantamientos o ataques de tos pueden desencadenarlo.
No todo movimiento es peligroso. Lanzar al aire al bebé jugando no suele ser dañino. Pero el zarandeo violento sí lo es. Es una forma de maltrato severo.
Las consecuencias
La cabeza de un bebé es grande en proporción a su cuerpo. Su cuello es débil. Sus vasos sanguíneos son frágiles. Al sacudirlo, su cerebro choca contra el cráneo. Puede haber inflamación, hemorragias o daños en la médula espinal.
Cinco segundos bastan para provocar daños. Inicialmente, el bebé puede parecer adormilado. O puede estar irritable. También pueden aparecer vómitos y convulsiones.
Uno de cada diez niños zarandeados muere. La mitad de los supervivientes queda con secuelas graves. Parálisis cerebral, ceguera, epilepsia. En casos menos graves, pueden aparecer problemas de aprendizaje o coordinación motora.

Los hombres cometen más este tipo de violencia que las mujeres. Factores como el estrés, la violencia en el hogar o el abuso de sustancias aumentan el riesgo. Muchos agresores fueron víctimas de violencia en su infancia.
Los expertos piden conciencia social. Sacudir a un bebé es un maltrato grave. Puede marcar su vida para siempre. La prevención y la educación son clave para evitarlo. Habrá que esperar que sucede con el reciente caso de Anabel Pantoja.
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