Otra vez más, Cristóbal Soria volvió a hacer el ridículo más espantoso de la historia de El Chiringuito. Esta vez fue por la derrota de su Sevilla en la Supercopa de Europa, en la prórroga, por 2-1 ante el Bayern Munich. Un resultado que volvió a sacar su peor cara antideportiva.
Le hablaron de orgullo y Soria empezó rajando. Eso que al terminar el partido el discurso era muy distinto. Hizo un directo sobre el partido y mientras besaba la bufanda del Sevilla soltaba su parafernalia:
“Orgulloso de los míos, que lo han dado todo, orgulloso”, decía al finalizar el 2-1 Orgulloso, orgulloso de los míos" Soria, vamos ya, retratado. Por favor. Retratado, es un cantazo. Orgulloso Soria”, comentaba Pedrerol. “Una cosa es orgulloso de los míos… Que no me vais a poner el retratado”, se excusaba Cristóbal. “Soria, el mayor de la historia”, apuntaba Pedrerol. “Qué barbaridad, hijo. Que bajío, maestro, tengo que darte cosas eh, maestro".
El retratado no tuvo excusa
Lo cierto es que el discurso inicial de Soria, para analizar el 2-1, era totalmente distinto al del orgullo. “Con el orgullo no se come, ay En Nesyri hijo… Así fue su cambio de parecer: