Manuel Delgado Villegas, más conocido popularmente como el Arropiero en referencia al trabajo de su padre, fue uno de los asesinos más temerarios de España.
El sevillano comenzó su carrera delictiva tras su paso por la legión, por lo que nada más dejar su servicio militar se trasladó por diferentes lugares de España, Italia, y Francia donde realizó diferentes homicidios.
En concreto, el 18 de enero de 1971 el Arropiero fue detenido tras ser acusado de estrangular a su pareja con unas medias después de tener relaciones íntimas.
Pero lejos de quedarse solo ahí, el criminal volvió a mantener relaciones sexuales con ella una vez que la persona había fallecido.
Durante su arresto, Manuel confesó que había matado a unas 40 personas, por lo que los agentes lo pusieron a disposición de un psiquiatra.
Este, tras un estudio determinó que el asesino era un peligro social en grado extremo y que había desarrollado el cromosoma Lombroso o cromosoma de la violencia.
Por lo que ante la posible puesta en libertad del mismo si finalmente se celebraba un juicio, la Audiencia Nacional prefirió encerrarlo para siempre en un centro psiquiátrico penitenciario.
Pero 20 años después de su ingreso, el Arropiero quedó en libertad con la reforma del Código Penal y su cambio de actitud durante todo este tiempo.
Finalmente el asesino terminó muriendo a los 55 años por una afección pulmonar.