La sanidad española tenía órdenes de rechazar el ingreso en hospitales de aquellos ancianos que vivían en residencias de mayores y tenían síntomas de coronavirus.
Según El Confidencial, parte de alta de urgencias emitido el pasado 25 de marzo por el Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid) confirma esta orden. (¡¡Salen a la luz las 2.200 camas y respiradores sin utilizar en las UCIs que podrían haber salvado vidas!! ¿Por qué no se han usado?)
"Ante la situación de saturación actual, y por indicación de dirección médica dada esta mañana, no se permite el ingreso de pacientes de residencia en el hospital", se especifica en el parte de alta.
De esta forma, enviaron a una mujer de 80 años con "neumonía bilateral" y "probable Covid-19 (pendiente de PCR) a su residencia de ancianos a pesar de su delicado estado de salud.
La mujer de avanzada edad murió tres días después en la residencia de mayores al no tener la atención médica que necesitaba para combatir la enfermedad.
La paciente había sido derivada al servicio de urgencias del citado hospital porque presentaba graves dificultades para respirar, con "una desaturación del 78%".
Tras recibir una sesión de hemodiálisis, el facultativo que la atendió en urgencias dejó anotado que la mujer mejora hasta llegar al 95% de saturación.
A pesar de la mejoría, la mujer seguía necesitando atención sanitaria pero el médico dejó escrito que no le autorizaron para el ingreso. "Comentado esta mañana también con el jefe de guardia que me autorizaron realizar diálisis y valoración inicial, pero no ingreso". (¡Qué peligro! Un anciano de 85 años apuñala a otro en una residencia)
La respuesta del hospital
Fuentes oficiales del hospital han explicado a El Confidencial que fue "una decisión clínica de la dirección médica del hospital, sobre un caso concreto en el que se trató de minimizar lo máximo posible el riesgo de contagio en un paciente frágil, en tanto se tuviera el resultado de la PCR".
"En la fecha referida, la situación era de alto riesgo epidemiológico y el resultado de la PCR podía tardar por entonces tres o cuatro días, por lo que la dirección médica consideró que lo más seguro para el paciente era no exponerlo a dicho riesgo", han sentenciado.