Los vecinos de la granja situada en Lliçà d'Amunt, en Barcelona, fueron los que alertaron del estado de desnutrición y las condiciones pésimas en el que se encontraban 700 animales en el año 2017. Nada más dar la voz de alarma, el grupo animalista AnimaNaturalis se personó en el lugar para conocer de primera mano qué es lo que sucedía en su interior y efectivamente se encontraron a varias cabras y ovejas heridas, sin agua ni comida, rodeadas de barro, purines y cadáveres de otros animales. Tras ver esta lamentable estampa, el grupo no dudó en documentarse gráficamente realizando varias fotografías para después entregarlas a los Mossos d'Esquadra y denunciar tal situación.
Acumularon casi 20 denuncias en 10 años
Tras conocer la noticia, la policía autonómica de Cataluña realizó una visita a la granja y encontró en un amplio terreno de 800 metros cuadrados a 40 animales fallecidos y enterrados bajo 200 metros cúbicos de purines. Tras abrir una investigación, estos encontraron que los propietarios acumularon hasta casi 20 denuncias en un periodo de 10 años, por lo que procedieron a confiscarle a los animales y a su detención en marzo de 2018.
Condenados por maltrato animal
4 años después de que se produjeran los hechos, los abogados de Acción Legal Animalista han confirmado que los propietarios de dicha granja finalmente han sido condenados por maltrato animal con 1 año de cárcel y 4 años y 8 meses de inhabilitación para el ejercicio de todo tipo de actividad que esté relacionada con los animales. A pesar de esto, los autores de tales actos no terminarán ingresando en prisión ya que en España las penas de cárcel inferiores a 2 años se suelen suprimir, a no ser que estas personas vuelvan delinquir en los próximos 3 años. Aún así, Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis, se ha mostrado muy contenta con el resultado y ha declarado: "Se trata de la mayor pena posible contemplada por la ley actual y una de las mayores condenas por maltrato a animales de granja en España".