Esta semana, varios países europeos han decidido paralizar, al menos temporalmente, las vacunaciones con dosis de AstraZeneca debido a la detección de once casos de trombosis venosa cerebral, vinculados a priori con la vacuna contra el Covid-19.
Una decisión que no ha sido compartida por la Agencia Europea del Medicamento, que reafirmaba estos días que la vacuna de AstraZeneca "no está asociada" con un mayor riesgo de trombosis, y que su uso es muy recomendable frente al coronavirus.
Tampoco ha sido entendida la decisión de paralizar la vacunación por muchos de los expertos de la Sanidad pública, tanto española como europea, que siguen defendiendo que "el riesgo de tener un ictus (producido por trombos) por Covid es muchísimo más alto que el que se está reportando en relación con la vacuna".
Así lo ha remarcado la neuróloga y coordinadora del Grupo de Estudios de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, Mar Castellanos, al digital Huffington Post.
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Una entrevista en la que la experta ha querido remarcar que otros medicamentos de uso habitual, como los anticonceptivos orales, tienen una relación directa y mucho más alta con la trombosis venosa, y sin embargo, no ha sido paralizada su comercialización en ningún país europeo.
"Los anticonceptivos orales son fármacos que aumentan el riesgo de trombosis. Sin embargo, se utilizan de forma habitual porque el beneficio de su uso, con el objetivo de evitar embarazos no deseados, supera con creces el riesgo de que la persona que los está tomando presente una trombosis venosa [...] Tienen un riesgo asociado clarísimo, y ni se han retirado del mercado, ni se ha paralizado su administración en ningún momento".
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"No olvidemos que lo que intenta la vacuna es evitar formas graves de Covid [...] que genera un estado protrombótico de por sí" ha señalado Castellanos, explicando que la vacuna de AstraZeneca es muy positiva frente a la pandemia, a pesar de que aún no se han comprobado los posibles casos de trombosis.
Así mismo, ha lamentado que estos casos, aún sin confirmar, hayan generado "una alarma un poco excesiva" en la población, ya que no sólo la vacuna puede producir trombos, sino otras enfermedades, relacionadas con el Covid-19, e incluso completamente externas a la pandemia.
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Del mismo modo, la neuróloga ha señalado que la información ofrecida sobre los casos de trombosis aún no han sido vinculados con la vacuna de manera oficial, y que, aunque estuviesen relacionados, no supondrían un gran porcentaje de afectados en relación con las vacunas administradas.
"Hay que tener en cuenta que en la Unión Europea se han puesto seis millones de dosis de esta vacuna, y se han registrado 11 casos, según los datos que nos han pasado. Eso es un 0,0001%. Es una incidencia incluso más baja de la que tenemos entre la población general y como tipo de ictus [...] Si se mira la incidencia entre la población mundial, el número de casos de trombosis venosa supera a los casos que han aparecido en relación con la vacunación".