El juzgado de vigilancia penitenciaria nº5 de Cataluña ha avalado el tercer grado penitenciario contra Oriol Junqueras y el resto de líderes independentistas presos, después de que la Fiscalía recurriera esta decisión.
Sin embargo, el organismo ha optado por mantener a los siete presos en la cárcel hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie, argumentando que es el alto tribunal el que debe resolver, de manera definitiva, los recursos de apelación presentados. (Cobarde y miserable: ¡¡Hasta Gabriel Rufián admite que Puigdemont es una 'gallina clueca'!!)
Esta decisión del juzgado de vigilancia ha caído como un jarro de agua fría entre los independentistas, que no han tardado en utilizar las redes sociales para mostrar su enfado ante la decisión judicial.
"Nos dan la razón, pero nos mantienen encerrados" critica el líder de ERC, Oriol Junqueras.
El republicano ha aprovechado la polémica sobre el Rey Emérito y su salida de España para validar su posición judicial: "Corruptos, monarcas mafiosos, violadores o asesinos tienen más derechos que nosotros" ha asegurado.
"No es justicia, es venganza" ha decretado Junqueras en su mensaje de Twitter. (Puigdemont, cual Napoleón, irrumpe en Francia para pregonar el imperialismo catalán)
Romeva también se revuelve contra la justicia
La palabra "venganza" también ha sido utilizada por el exconseller de Exteriors, Raúl Romeva, para criticar que el Estado español utiliza a la Justicia para ejecutar su particular venganza contra los independentistas del procés.
En concreto, son Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Joaquim Forn, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez los que, ahora, tendrán su destino en manos del Tribunal Supremo, que podría toma su decisión antes de que finalice el mes de agosto. (Puigdemont se 'alía' con Joan Laporta para recuperar el control político del Barça)
"La venganza pesa demasiado en este Estado, mucho más que la Justicia" ha asegurado.
Parece olvidar el secesionista preso que ha sido la propia Justicia la que ha propiciado, e incluso a avalado, la idoneidad de que los presos independentistas obtengan el tercer grado, lo que les ofrece salir en libertad de la prisión mucho antes de cumplir sus condenas.