Con 8 años John Davidson Rockefeller ya hacía negocios. A esa edad y con los ahorros que puede reunir un niño, compró unos cuantos pavos antes de Navidad. Esperó que llegara el momento justo y los vendió obteniendo unos beneficios considerables.
A los 13 años ya prestaba dinero a sus amigos y familiares con un interés del 7% y cuando cumplió 19 años le pidió un préstamo a su padre para fundar la empresa de transportes Clark & Rockerfeller Company.
No fue hasta los 25 años cuando comenzó a realizar negocios con el petróleo, operaciones que le harían multimillonario.
Fue el fundador y presidente de la Standard Oil, una gigantesca compañía que llegó a controlar la extracción, refinado, transporte y distribución de más del 90 % del petróleo de Estados Unidos y sostuvo monopolios enteros (en forma de inversiones) en múltiples países extranjeros.
Durante un período de más de cuarenta años, consolidó a la Standard Oil como la compañía petrolera más grande del mundo, revolucionando la industria en todos sus niveles y demostrando una extraordinaria e implacable capacidad competitiva.
Por otro lado, dedicó gran parte de su fortuna y recursos a numerosas donaciones, fundaciones y programas, siendo el fundador de la Universidad de Chicago, una de las universidades más prestigiosas del mundo, cuna de 87 Premios Nobel, así como también de la Universidad Rockefeller en Nueva York, además de impulsar numerosas áreas de la educación, la ciencia y la medicina.