Al parecer, el aporte de una suplementación exógena a base de aceite de microalgas ricas en ácido docosahexaenoico (DHA) en dosis de 800 miligramos durante al menos 10 semanas puede ayudar a que el semen de hombres infértiles se asemeje al de donantes de semen sanos.
"Las membranas de los espermatozoides contienen un alto porcentaje de ácidos grasos poliinsaturados y con una membrana espermática con menos DHA (que se vuelve rígida y menos flexible) es más complicado que el espermatozoide fecunde el óvulo" ha comentado sobre ello la investigadora Carmen Anarte.
Por lo tanto, el aporte de estos ácidos grasos puede ayudar a mejorar la morfología y vitalidad de estas células. El Omega-3 se encuentra principalmente en microalgas presentes en las aguas marinas, aunque su habitual ingesta por parte del pez azul (como el atún, salmón o caballa) permite que este tipo de pescado sea un gran aliado para los varones que quieran mejorar su fertilidad.
Además, también se puede encontrar esta molécula en frutos secos, en algunas verduras y en ciertos aceites de semillas.