Entre los efectos que causa el LSD en las personas que lo consumen están las alucinaciones (con ojos abiertos o cerrados), la sinestesia, y la percepción distorsionada del tiempo y de la realidad, entre otros.
Dichos efectos suelen aparecer entre los 30 y los 90 minutos después de su consumo, y pueden durar hasta 12 horas en determinados casos.
Normalmente, su máximo efecto se alcanza entre las 3 y las 5 horas después de su consumo.
Distorsiones y síntomas
Las distorsiones de la percepción principales que produce el LSD son visuales y auditivas, pero también puede provocar alucinaciones y desconexión de la realidad, con los riesgos que ello comporta.
Síntomas físicos: dilatación de las pupilas, aumento de la temperatura corporal, de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial, sudoración, inapetencia sexual, insomnio, sequedad de boca y temblores.