Janet Sanz, la segunda teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Barcelona, se ha salido con la suya tras la confirmación del cierre de la fábrica de Nissan de la Ciudad Condal.
Hace unas semanas, la segunda teniente alcalde del Gobierno catalán liderado por Ada Colau pidió aprovechar la crisis del coronavirus para impedir la reactivación del sector automovilístico. (España también tiene la culpa de la marcha de Nissan (y en breve de la muerte de Kennedy))
"Es ahora o nunca. Ha quedado muchas de estas empresas con muchos trabajadores afectados por ERTE y muchos excedentes de producción. Hay que evitar que esto se vuelva a colocar en el mercado. Hay que evitar que esto se vuelva a reactivar", dijo Janet Sanz en un webinar organizado el 20 de abril por el portal Ciclosfera.
"Necesitamos un plan, seguramente estatal, no solo de las ciudades, pero nosotros podemos empujar, para que esta industria y estos trabajadores encuentren otras salidas. Para fomentar, por ejemplo, la movilidad sostenible en las ciudades para que realmente no haya un rechazo a las medidas de promoción de la bicicleta", dijo Janet.
Ahora, Nissan ha confirmado que cerrará su fábrica de Barcelona dejando en el paro a más de 3.000 trabajadores y poniendo en serio riesgo otros 25.000 puestos de trabajo.
La industria del automóvil, uno de los frentes del ámbito económico que abrió la alcaldesa Ada Colau a su llegada al Consistorio barcelonés, es una de las más potentes de toda Cataluña. (Ada Colau cambia el coronavirus por el Tinder con una foto impropia de la situación de Barcelona)
'Crónica de una marcha anunciada'
Nissan ha estado dudando hasta el último momento si cerrar o no la planta de Barcelona pero la inestabilidad que genera el 'procés' y el Gobierno de Pedro Sánchez junto con el rechazo a la industria del automóvil por parte del Ejecutivo de Ada Colau han sido factores decisivos.
La patronal de referencia en Cataluña, Foment del Treball, pidió al Gobierno central y al Ejecutivo catalán que hiciesen todo lo posible para "salvar" la planta de la Zona Franca.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de los sindicatos y de la patronal, la marca nipona ha anunciado que echará el cierre en Barcelona a corto plazo.
Hace un tiempo, Ada Colau también estuvo a punto de echar al Mobile World Congress de la Ciudad Condal por un artículo publicado que iba contra el avance tecnológico.